Nyon. La UEFA confirmó el jueves la participación del Barcelona en la próxima edición de la Liga de Campeones, aunque advirtió que una pesquisa sobre los más de 7 millones de dólares que el club catalán pagó a un otrora vicepresidente de la comisión de árbitros de España podría ser reabierta si aparece más evidencia.
La plaza del Barça en la fase de grupos del máximo torneo de clubes de Europa que vale decenas de millones de dólares, tras consagrarse campeones de la Liga de España la pasada temporada, había quedado comprometida debido al “Caso Negreira”.
Documentos judiciales indican que el Barça desembolsó 7,3 millones de euros (7,7 millones de dólares) entre 2001 y 2018 a la compañía de José María Enríquez Negreira, quien fungía como vicepresidente de la comisión de árbitros del futbol español.
La Fiscalía acusó al Barça de presunta corrupción, administración fraudulenta y falsificación de documentos.
Pero no se ha podido especificar si se amañaron partidos o si se influyó en las decisiones de los árbitros desde que la UEFA abrió su investigación en marzo.
La reglamentación de la UEFA establece la expulsión por una temporada de un equipo de toda competición europea si quedan implicados en el arreglo de un partido doméstico o internacional desde abril de 2027. También quedan expuestos a otras sanciones.
La UEFA indicó el jueves que el Barça quedó “admitido provisionalmente a participar” en la Liga de de Campeones, aunque “se reserva una decisión futura sobre la admisión/exclusión” de sus competiciones de clubes.
El sorteo de la fase de grupos de la Champions se realizará el 31 de agosto.
La UEFA también recordó que el Barça está “obligado a mantener informados” a sus inspectores de ética de los avances de las investigaciones y facilitar a los mismos “todos los documentos e información que soliciten”.
En todo momento, el Barça ha insistido que no cometió ningún delito o que exista conflicto de interés. El club azulgrana argumenta que sólo pagó para recibir informes técnicos sobre los árbitros, pero que nunca quiso influir en sus decisiones en los partidos.
La investigación de la UEFA se realizó al mismo tiempo que el Barça mantiene abierto un caso ante el Tribunal Superior de Justicia Europea en Luxemburgo tras el fallido intento de crear una Superliga en 2021.
El Barça, el Real Madrid y la Juventus argumentan que la UEFA mantiene un monopolio en las competiciones.