Washington. Las ventas de viviendas unifamiliares nuevas en Estados Unidos cayeron en junio, pero la tendencia sigue siendo fuerte, debido a que la aguda escasez de casas usadas apuntala la demanda.
Las ventas de viviendas nuevas cayeron un 2,5%, a una tasa anual desestacionalizada de 697.000 unidades el mes pasado, informó el miércoles el Departamento de Comercio. El ritmo de ventas de mayo se revisó a la baja, a 715.000 unidades, frente a las 763.000 informadas con anterioridad.
Economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que las ventas de casas nuevas, que representan una pequeña parte de las ventas de viviendas en el país, caerían a una tasa de 725.000 unidades.
Las ventas de casas nuevas se contabilizan a la firma de un contrato, lo que las convierte en un indicador adelantado del mercado inmobiliario. Sin embargo, pueden ser volátiles a nivel mensual. Las ventas aumentaron un 23,8% interanual en junio.
Con el inventario de viviendas usadas cerca de niveles históricamente bajos y múltiples ofertas en algunas propiedades, los potenciales compradores están buscando nuevas casas, impulsando la construcción.
La escasez también está impulsando los precios, que habían estado en retroceso o bajando este año, ya que las tasas hipotecarias más altas mantienen al margen a los compradores. Según la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas, cada vez menos constructores ofrecían incentivos, entre ellos recortar los precios para aumentar las ventas.
En general, el mercado de la vivienda sigue estabilizándose, pero las tasas hipotecarias más altas y la nueva revalorización de los precios podrían retrasar la recuperación.
Los mercados esperan que la Reserva Federal suba las tasas de interés en 25 puntos básicos el miércoles, después de haber mantenido estables los costos de endeudamiento en junio. El banco central estadounidense ha subido su tipo oficial en 500 puntos básicos desde marzo de 2022.
El precio medio de la vivienda nueva en junio fue de 415.400 dólares, un 4% menos que hace un año. A fines del mes pasado había 432.000 casas nuevas en el mercado, frente a las 429.000 de mayo. Al ritmo de ventas de junio se necesitarían 7,4 meses para liquidar la oferta, frente a los 7,2 meses de mayo.