La documentación que la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) ha ocultado al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sobre el Caso Ayotzinapa, después de un año y medio de insistencia y ocho solicitudes formales de apertura y entrega de archivos, es “vital y fundamental” para dar con el paradero de los normalistas desaparecidos, al menos de algunos de ellos. En particular, son los datos y análisis que resguarda el Centro de Fusión Regional e Inteligencia (CRFI), aseguraron Ángela Buitrago y Carlos Beristain, en su última presentación en México.
Al presentar su quinto informe, añadieron que existe otra reserva de datos ocultados hasta ahora que están en manos de la Secretaría de Marina (Semar), en específico la Unidad de Inteligencia Naval que -apenas hace cinco días lo supieron- instalaron un puesto en Coatepec de los Costales (municipio de Teloloapan), donde “debe haber un monitoreo e información sobre el destino de los muchachos”.
Al finalizar una intensa sesión de casi tres horas, en la que ambos expresaron sentirse emocionados “y también frustrados”, un estudiante de la Normal Rural Isidro Burgos habló a nombre de los padres de los 43 desparecidos, de sus compañeros y de los colectivos que buscan a sus seres queridos para advertir que “este movimiento no ha perdido fuerza, porque saber que se tienen pruebas suficientes para dar con el paradero de nuestros compañeros, pero que no se quiere avanzar, nos da la fortaleza necesaria para continuar”.
El estudiante también le recordó al presidente Andrés Manuel López Obrador que “le queda un año para cumplir la promesa de solución que nos hizo”, y que para septiembre del año próximo, cuando se cumplan los 10 años de la Noche de Iguala, ya habrá otro presidente electo en el país.
Sobre este tema, los dos expertos de la OEA respondieron que sí tienen la esperanza de que, aun sin el GIEI, la investigación continúe, se profundice y supere los obstáculos y las mentiras que la aquejan actualmente.
“No claudicaremos”, expresó Ángela Buitrago.
Respecto a la voluntad política por parte del presidente López Obrador, Beristain aseguró que sí la hubo inicialmente, ya que fue una de las condiciones que el GIEI puso para regresar a México y continuar su trabajo después de la crisis que provocó la ruptura del grupo en agosto del año pasado. “Lo que no hubo fue respuesta de la Sedena y otras instituciones a informaciones adicionales solicitadas. Nosotros le hemos informado puntualmente al Presidente de las negativas y las mentiras. Hemos sido muy directos con él”.
Agregó: “existe el riesgo de que la mentira se institucionalice como respuesta. Eso es inaceptable”.
Carlos Beristain señaló que el Caso Ayotzinapa “es una palanca para el cambio en México, puede ser una oportunidad” para superar la pesada impunidad que aún prevalece sobre el tema de la desaparición forzada. “Nuestros informes son una herramienta para continuar. Lo que sigue es una nueva etapa”.
Por otra parte, el sexto informe contiene información también reciente sobre el caso de la tortura y asesinato de Julio César Mondragón, uno de los tres estudiantes asesinados la noche del 26 de septiembre de 2014. Fue uno de los jóvenes que salió en los autobuses que circularon por la calle Juan N Álvarez y fueron detenidos cuando trataban de salir de la ciudad para regresar a su escuela. Él estaba a las 10:30 de la noche en el momento en que otros estudiantes ofrecían una rueda de prensa. Cuando este lugar fue atacado, salió corriendo para huir y estando solo, fue capturado, torturado brutalmente, asesinado y su rostro desollado.
Una autopsia realizada después de su exhumación, demostró que casi no tenía ningún hueso sin fracturar.
El informe contrasta la información de la que se disponía hasta entonces con nuevos datos encontrados en los archivos militares desclasificados. Ahora se sabe que hay contradicciones sobre dónde se encontró su cuerpo, si en la zona conocida como el andariego o en Mexcaltepec, rumbo a la ciudad de Taxco. Existen tres informes contradictorios entre sí: uno del 41 batallón, del 27 batallón y de la policía municipal. En los tres se refieren datos diferentes sobre quién encontró el cuerpo y qué institución realizó el levantamiento.
Los expertos anunciaron que mañana se reunirán con la Comisión para Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa, que encabeza el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, y en la que también estarán los padres y madres de los 43 estudiantes.
En esta ocasión, por la numerosa asistencia, la presentación del sexto informe se realizó en el auditorio del Centro Cultural Tlatelolco. Además del colectivo de familiares de las víctimas y estudiantes de Ayotzinapa, acudieron representantes de varios grupos de buscadores de desaparecidos y defensores de derechos humanos. Cuando ya se desalojaba la sala, resonó el grito que fue coreado por los asistentes: “Fue el Estado. Sigue siendo el Estado”.