Perth. Alrededor de 100 ballenas piloto encallaron en una playa del occidente de Australia, y cerca de la mitad había muerto para el miércoles por la mañana a pesar de los esfuerzos de expertos en vida silvestre y voluntarios para salvarlas.
A la manada de las ballenas piloto de aleta larga se le vio por primera vez el martes por la mañana cerca de la playa Cheynes, al este de Albany.
Conforme avanzó el día, el grupo comenzó a acercarse a la playa, lo que provocó la preocupación de los funcionarios de conservación. A las 4 de la tarde, una gran parte de la costa estaba cubierta de ballenas varadas.
El Departamento de Biodiversidad, Conservación y Atracciones del estado de Australia Occidental instaló un campamento nocturno para vigilar a las ballenas.
Peter Hartley, responsable del departamento, dijo que habían contado 51 ballenas que habían muerto durante la noche.
“Todavía tenemos 46 ballenas con vida y en eso nos concentraremos hoy: En devolverlas al agua y animarlas a dirigirse a aguas más profundas”, comentó a la Australian Broadcasting Corp. “Confiamos en que salvaremos todas las que podamos”.
El equipo encargado de ayudar a las ballenas incluye a veterinarios del zoológico de Perth y expertos en fauna marina. Han estado utilizando equipos especializados, como embarcaciones y arneses.
Cientos de voluntarios también se ofrecieron a ayudar. Tantos, de hecho, que las autoridades dijeron que ya tenían suficientes voluntarios inscritos e instaron a otros miembros del público a que se mantuvieran alejados de la playa.
Expertos en vida silvestre señalaron que el inusual comportamiento de las ballenas podría ser un indicador de estrés o enfermedad dentro de la manada. Las ballenas piloto son animales muy sociables y a menudo mantienen relaciones estrechas con el grupo durante toda su vida.