Ciudad de México. Trabajadoras sexuales no sólo se enfrentan a una reducción de hasta 70 por ciento de sus ingresos, sino a agresiones, extorsiones y a una “limpieza social” en la zona de Circunvalación, debido a que dicha vialidad está dentro del Centro Histórico, catalogado como zona de Monumentos Históricos.
La situación que enfrentamos es muy complicada ante la negativa de las autoridades de otorgarnos una licencia de trabajadores no asalariados, con la que “podríamos trabajar sin problemas y sin darle entres a la policía”, y acceder a derechos como la vivienda, la educación o la salud, señalaron.
Hoy, dijeron, se logró que “se limpiara de ambulantes la calle de Circunvalación y podamos estar ahí, pero somos pocas las que tenemos la licencia y eso provoca que nos molesten, los comerciantes nos arrojen su basura y los padrotes o madrotes buscan extorsionarnos”.
La “falta” de trabajo, les ha llevado a “hacer uno o dos turnos y no trabajar varios días”, cuando tienen que mantener a sus hijos y a sus padres, pagar terapias que requieren, y cubrir los gastos de la casa, como luz, agua y renta.
El riesgo de sufrir una agresión a manos de los comerciantes de la zona o de sus clientes, es otro de los miedos que enfrentan todos los días, “sólo por el hecho de ofrecer nuestros servicios, lo cual también ha llevado a algunas a sufrir golpes o hasta violaciones y feminicidios”, expresaron.
Dos trabajadoras sexuales, recordaron, fueron encontradas muertas en la zona de La Merced y en Tlalpan, pero “como somos putas, las investigaciones no avanzan, aunque sí logramos se detuviera a un violador, pero con trabajo realizado por nosotras”.
Algunos clientes “creen que porque contrataron tus servicios, y son cinco o seis pueden jugar con una pistola y pueden meterte miedo o hacerte algo, y no tenemos forma de protegernos”, denunciaron.
Comentaron que, el apoyo que tienen es de la Organización No Gubernamental (ONG) Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martínez AC y lo único que buscan es que las dejen trabajar, sin estarlas agrediendo verbalmente o grabando, como hace mucha gente.
En la Ciudad de México suman 5 mil 700 personas que han entregado su documentación para obtener dicha licencia y más de 15 mil que no cuentan con documentos, pero están en la vía pública trabajando, afirmó Arlen Palestina Pandal, abogada de la ONG.
Consideró que, el trabajo sexual en la ciudad de México pasa por un retroceso histórico, “lo cual es una pena, cuando es momento de hacer fuerza entre diferentes colectivas y organizaciones, y trabajadoras sexuales de manera independiente, para que el gobierno federal lo reconozca”.
Se ganó un amparo para que esta actividad se reconozca como trabajo no asalariado, pero ello no ha implicado se otorguen las licencias correspondientes, son pocas quienes las tienes, y ahora se les pide pagar un impuesto sobre el trabajo sexual, cuando van al día, manifestó.
Además, no se considera el entorno social y económico que implican las zonas de tolerancia. Tan sólo en Circunvalación fueron desplazadas de las paredes donde históricamente se recargaban para trabajar y después de las jardineras, porque los ambulantes ya las ocupan, recordó.
Después, abundó, las retiraron de las vallas verdes que colocó la alcaldía Venustiano Carranza en esa vialidad, porque querían los comerciantes quedarse con dichos espacios sin entender que la calle es de todos, de quien la trabaja; sin embargo, se logró retirarlos de la calle de Soledad.
Hoy, esa calle es ocupada por las trabajadoras sexuales, destacó.