Ciudad de México. Afectada por el encarecimiento del dinero a nivel internacional y los recortes en su nota crediticia por parte de calificadoras de riesgo, la carga de la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha absorbido, sólo en intereses, 42 mil 68.45 millones de dólares en la actual administración, monto cercano a 40 por ciento de la deuda total de la compañía.
Los 714 mil 68 millones de pesos que se han pagado en la actual administración por la deuda financiera que arrastra la petrolera están a unos pasos de llegar a la mitad de su endeudamiento total, lo mismo que a un décima parte del presupuesto público para 2023, exhiben datos de la petrolera y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Esta administración ha tenido como política central el control financiero de la principal empresa del Estado, para ello le ha inyectado capital para proyectos productivos y pagar amortizaciones de deuda, al tiempo que ha reducido la carga de impuestos que la compañía entrega al fisco, a través de la tasa al derecho de utilidad compartida.
Con ese objetivo, más de un tercio de la inversión física que se ha inyectado en la actual administración ha sido en Petróleos Mexicanos, sin contar otros conceptos de combustibles y energía. El capital destinado a infraestructura productiva en la petrolera alcanzó un billón 54 mil 886 millones de pesos en marzo reciente, 35 por ciento de los 3 billones 17 mil 715 millones gastados en ese rubro por el gobierno federal.
El aumento de las tasas de interés a nivel internacional –la principal política para hacer frente a la mayor inflación en décadas– y los continuos recortes en la calificación crediticia de la compañía que hacen más caro el acceso a los mercados, han disparado el costo financiero de la petrolera más endeudada del mundo.
Al cierre de 2018, Pemex tenía una deuda de 105 mil 791.65 millones de dólares, tras dispararse 74.9 frente a los 60 mil 481 millones de dólares con los que la recibió la administración de Enrique Peña Nieto y el director general que el priísta puso a cargo de la principal empresa del país: Emilio Lozoya Austin, ahora preso.
Al primer trimestre de 2023, la deuda neta de la compañía suma 107 mil 386.57 millones de dólares, un aumento nominal de 1.5 por ciento frente al cierre de 2018. No obstante, las obligaciones de la estatal se han disparado por el encarecimiento del crédito a nivel internacional, el cerco que representa su deuda de corto plazo y las acciones de calificadoras crediticias que facilitan al mercado poner tasas más altas a la compañía.
En enero, Pemex colocó bonos por 2 mil millones de dólares a una tasa de 10.37 por ciento, por encima del financiamiento al que ha accedido el soberano, lo cual se debe a los continuos deterioros que ha tenido por parte de calificaciones crediticias.
Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, declaró en entrevista con este medio que en el actual sexenio se ha estabilizado la producción y endeudamiento de la compañía; bajarlo será tarea para la que hay margen en la próxima administración.