Berlín. El reciente homenaje a José María Pérez Gay (1944-2013), en su décimo aniversario luctuoso, el cual se realizó en la Universidad Libre de Berlín, quedará en la memoria de los asistentes como testimonio de la trascendencia que su trabajo ha dejado en generaciones de jóvenes que han seguido su huella.
La idea del homenaje surgió de un egresado del doctorado en ciencias políticas del alma mater berlinesa de Pérez Gay.
El doctor Zirahuén Villamar –egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)– funge desde 2019 como agregado de prensa de la embajada de México.
La promoción de la relación y el entendimiento entre México y Alemania se ha convertido en el eje central del trabajo de Villamar, quien cuenta con experiencia en el ámbito académico, en fundaciones políticas y ahora en la diplomacia.
La idea se gestó en los pasillos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, durante una conversación con Lilia Rossbach, viuda de José María Pérez Gay, quien fue nombrada embajadora de México en Argentina en 2021.
Zirahuén Villamar ha cultivado relaciones de amistad no sólo con Rossbach, sino también con académicos del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Libre de Berlín, aspecto que contribuyó al éxito en la organización del homenaje.
Los participantes en la ceremonia presencial y virtual coadyuvaron con sus ponencias a un encuentro de alto nivel intelectual, que se podrían recoger en una memoria.
Impronta académica
La profesora y doctora Marianne Braig, ya retirada de la actividad docente, participó con la ponencia Berlín en la memoria de Pérez Gay. En 2004, Braig promovió que se otorgara el doctorado honoris causa de la Universidad Libre de Berlín al escritor mexicano Carlos Fuentes, mientras José María Pérez Gay estuvo a cargo del laudatio.
Clara Ruvitoso, investigadora del Instituto Iberoamericano en Berlín, realizó un profuso recorrido por la impronta académica y editorial del filósofo homenajeado con la ponencia Berlín y la intelectualidad latinoamericana en los años 60 y 70.
Entonces, recordó el contacto que mantuvo Pérez Gay con Rudi Dutschke, emblemática figura considerada el rostro del 68 alemán. En Berlín existe una calle que lleva su nombre.
Desde Buenos Aires, Argentina, Héctor Orestes Aguilar, agregado cultural de la embajada de México, participó virtualmente con la charla José María Perez Gay, el intelectual de la lengua alemana.
Desde México, también de manera remota, intervinieron Pavel Granados Chaparro, director de Canal 22 –del que Pérez Gay fue fundador, en 1993, y director hasta 2000–, y Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica, quien anunció el lanzamiento de la redición de El imperio perdido.
Para regocijo de los asistentes, se encontraban en la sala algunos ejemplares de esta redición. Originalmente publicado en 1991, el exhaustivo trabajo de Pérez Gay comprende un conjunto de ensayos que examinan el cambio del siglo XIX al XX en el imperio austrohúngaro.
Lilia Rossbach compartió, con su singular y amena elocuencia, un anecdotario de la larga vida compartida con Pérez Gay, que título Diez años sin Chema.
Bolívar Echeverría
La ceremonia también contó con la presencia de Raquel Serur, embajadora de México en Ecuador y viuda de Bolívar Echeverría (1941-2010), intelectual de origen ecuatoriano y naturalizado mexicano, que coincidió con José María Pérez Gay en el Berlín de los años 60.
Con su ponencia, Una historia berlinesa forja una amistad, Serur relató: “Los dos palparían en el Berlín occidental de la época la huella más cruel del orden instaurado al término de la Segunda Guerra Mundial y la división del mundo bipolar con la presencia del muro que por casi tres décadas dividió a Europa y al mundo bajo el ominoso nombre de la Cortina de Hierro”.
En palabras del doctor Zirahuén Villamar, son determinantes en el acercamiento a la obra de Pérez Gay Tu nombre en el silencio, memoria novelada de corte autobiográfico sobre los años en que hizo su trabajo doctoral en Berlín, y La difícil costumbre de estar lejos, novela sobre un diplomático mexicano en la capital alemana en la primera mitad del siglo XX.
El texto introductorio del homenaje decía: “La huella de José María Pérez Gay como pensador, escritor, traductor, promotor cultural, diplomático, académico y activista tiene una profundidad absoluta tanto en su país natal, México, como en su segundo hogar, Alemania.
“Poseedor de una mente brillante y sensible, Chema, como se le decía con afecto, logró urdir un puente mediante el conocimiento, el diálogo y el entendimiento entre las culturas mexicana y germana.
A 10 años de su fallecimiento, recordarlo mediante la palabra es un acto de justicia a su memoria y legado. Este encuentro busca revisitar sus pasos, caminar juntos hacia esa estela que nos lleve de vuelta a la memoria en su mirada.
El embajador de México en Alemania, Francisco Quiroga, destacó la importancia de los intelectuales mexicanos en Berlín, además de ofrecer una cena de gala a los prominentes invitados. Mariana, hija de José María y Lilia, así como un hijo de Bolívar Echeverría, también estuvieron reunidos en torno al siempre recordado Chema.