Ciudad de México. La proliferación del comercio chino de mercancías importadas de plástico de un solo uso y muy baratas está desplazando al comercio tradicional y convirtiendo al Centro Histórico en un bodegón para almacenar estos productos, denuncian comerciantes del primer cuadro de la Ciudad.
A raíz de la pandemia muchos locales comerciales han sido transformados en bodegas de estas mercancías debido a que negociantes chinos ofrecen a caseros mejorar las rentas hasta en 30 por ciento.
Dicha práctica esta generando el desplazamiento del comercio tradicional en calles como, Chile, Nicaragua y Brasil, indicó, José Luis Santiago, presidente del comercio organizado de la Calle de las Novias y Ceremonias A.C., ubicada en República de Chile.
Aunado a este desplazamiento éstas calles donde las autoridades capitalinas llevaron a cabo obras de rehabilitación que se prolongaron durante dos años con la finalidad de reactivar a la zona comercial que se encontraba deprimida a causa del mal estado de las calles, la proliferación del comercio ambulante, inseguridad, entre otros lastres, están siendo afectadas por la carga y descarga de éstas mercancías mediante tráilers.
Durante el día las vialidades son caóticas por el paso constante de diableros y motociclistas que circulan en sentido contrario ocupando un carril para transportar cientos de éstas mercancías chinas.
Mencionó el caso particular de un edificio situado a lado del inmueble de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en la calle de Cuba donde el comercio chino ya desplazó a todos los locales tradicionales y vivienda que existía en este y ahora todo el edificio está convertido en bodegas de estos productos y existe una carga y descarga de mercancía las 24 horas del día para lo cual ocupan la banqueta impidiendo el paso de peatones.
Otra práctica que se observa “es el trabajo con trato de esclavos a las personas que se emplean con estos comerciantes, pues a simple vista se observa cómo son obligados a trasladar cargas inhumanas de cajas con leyendas que dicen hecho en China en diablitos o en motos que violan el Reglamento de Tránsito y habría que ver las condiciones laborales con las que son empleados”.
Santiago, urgió a las autoridades de gobierno y legislativas a normar esta actividad, pues es injusto “que el patrimonio histórico de los mexicanos se esté convirtiendo en un bodegón, y que las calles y edificios históricos del primer cuadro de la Ciudad se conviertan en bodegas llenos de mercancía de poca calidad”.