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“No hay otro pinche dato” sobre el asesinato de Villa: Taibo II

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Francisco Villa, Eulalio Gutiérrez y Emiliano Zapata en su llegada al Palacio Nacional en 1914. Foto Fototeca Nacional INAH
20 de julio de 2023 07:29

Ciudad de México. A un siglo del asesinato del revolucionario Francisco Villa no hay pruebas que apunten de forma directa al entonces presidente Álvaro Obregón o a su sucesor Plutarco Elías Calles con el crimen en Parral, aseguró en entrevista a La Jornada el historiador Paco Ignacio Taibo II.

GALERÍA: A un siglo del asesinato de Francisco Villa

El autor de la acuciosa investigación Pancho Villa: Una biografía narrativa (2006) señaló que tenemos los datos y cada uno hace su hipótesis. Las pruebas llegan hasta aquí: ¿Obregón sabía? Sí, sabía que algo se estaba cocinando. ¿Calles sabía? Sí, sí sabía.

GALERÍA: Arriba la Gran Cabalgata Villista a Parral, Chihuahua

El escritor reconoció que fuera de la posibilidad de que a través del gobernador de Durango le hicieran llegar rifles de alto poder a los asesinos, no hay otro pinche dato. Si sabían, la tumba se llevó la información. ¿Les gustó? Sí, se pusieron bien contentos. Villa era un peligro para ellos.

Consideró que ya no se esperan hallazgos documentales en torno al dirigente revolucionario. Nada trascendente. Algo siempre aparece y yo lo he estado reuniendo para algún día hacer una revisión del libro. Encontré 20 o 30 materiales interesantes, cuatro o cinco fotos, ocho o 10 documentos.

Recordó que se aproximaba la sucesión presidencial, que se iba a decidir entre que Obregón mantuviera el poder, la elección de Calles o la de Adolfo de la Huerta. Era claro que Villa simpatizaba con De la Huerta. Le parecía el más decente de los sonorenses. Por eso era un peligro. Tan es así que luego en la revolución delahuertista le hacen el fraude los sonorenses malos al sonorense bueno.

A pesar del exterminio físico, afirmó Taibo II, el Centauro del Norte reaparece porque Villa es el ejército del pueblo, es la justicia más allá de las formas, es la sensibilidad. Vuelve una y otra vez pese a los editorialistas de los periódicos de derecha que lo odian. Está bien. Que cada quien odie a quien quiera. Yo odio a Maximiliano y a Limantour. Ellos que odien a Villa.

El director del Fondo de Cultura Económica refirió que para el centenario luctuoso del líder de la División del Norte le pidieron impartir conferencias en muchos lugares, junto con Pedro Salmerón y Jesús Vargas. Aceptaron las de Zacatecas, Parral, Chihuahua, Ciudad Juárez y algunos lugares más. Ahí estarán distribuyendo los libros sobre Villa de los tres historiadores.

Con la biografía Pancho Villa, Taibo II transmitió el conocimiento del personaje clave en la Revolución Mexicana a los lectores no especializados. Sobre el texto, editado por Planeta, el autor recordó: “Cuando trabajas en profundidad un tema como este, tienes acceso a materiales muy diversos. Tienes la estructura periodística de la época, las memorias a lo largo de muchos años, testimoniales, archivos, pero yo dije: ‘También tienes las fotos’.

“Reuní 400 fotos de Villa que cuentan parte de la historia y ahí tuve unas reuniones divertidísimas en el museo de la fotografía del Instituto Nacional de Antropología e Historia, diciendo: ‘Esa foto está al revés porque Villa no llevaba la rienda en la derecha, sino en la izquierda para tener libre la del revólver’, o ‘eso no es Torreón, como ustedes dicen, eso que se ve al fondo es Ojinaga y el que está a la izquierda de Villa es el que sería el alcalde de Ciudad Juárez’. Cada foto era un reconocimiento, una discusión.”

Mencionó que de la revolución maderista de 1910 en Chihuahua hay un registro fotográfico invaluable y que encontró fotos perdidas en archivos. La foto del submarino en el archivo de Nueva York, la del tipo que le quiso robar el dinero a Villa y se ocultó en una casa en Los Ángeles, oficina financiera de la División del Norte... Iban apareciendo cosas sorprendentes. La foto es un elementos narrativo.

Reflexionó respecto a que en las más de 400 fotos sólo en algunas Villa no usa sombrero. Cuando está nadando, jugando frontenis o frente a la tumba de Madero, por respeto, porque es un hombre de sombrero, acostumbrado a vivir a la intemperie y al sol. El sombrero era fundamental. Las fotos registran 72 clases de sombreros a lo largo de su vida.

Relató que el dirigente le robó a los federales un tren lleno de salacots del ejército británico que había comprado el hijo de Victoriano Huerta como un negocio turbio. Villa se los tumbó todos y andaba con un salacot de corcho, blanco, o una guaripa norteña, que le da sombra a él y a los tres que van al lado suyo.

Cuando le toman una foto junto a Zapata en la entrada de Palacio Nacional, ¿qué ves en esa foto? Villa está mirando con cara de envidia el sombrero de Zapata, porque él trae un kepí militar chafón y Zapata un sombrero de piel de castor bordado en plata, de charro. Hay que saber leer la foto.

 

 

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