La temperatura del agua en las costas de España alcanzó un máximo histórico para esta época, informó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que mantiene en alerta a parte del país por la ola de calor.
Según las lecturas de la Aemet en las zonas costeras españolas, la temperatura del mar alcanzó una media de 24,6 °C a mediados de julio, unos 2,2 grados más de lo normal para la temporada.
La cifra supera "ampliamente los registros de los dos años previamente más cálidos", 2015 (24 °C) y 2022 (23,7 °C) y no tiene "precedentes a mediados de julio en toda la serie histórica" que se inició en 1940, indicó la Aemet en Twitter.
Esta situación, en un contexto de calentamiento global de los océanos, es aún más preocupante toda vez que el verano está lejos de terminar, según afirmó un portavoz de la Aemet, Rubén del Campo.
"Todavía hay recorrido para que el mar se siga calentando más", tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico, dijo el portavoz, que precisó que se han registrado temperaturas por encima de 28 ºC en el extremo sureste de la península en el Mediterráneo.
España sufre desde comienzos de semana una ola de calor, la tercera del verano, causada por el anticiclón Caronte en el oeste de la cuenca mediterránea.
El miércoles, varias provincias del sur y del sureste estaban en alerta roja y las temperaturas superaron los 44 °C en el municipio de Alhama (Murcia) y los 43 ºC en otras zonas de las provincias de Murcia, Málaga y Cádiz, según la Aemet.
La agencia de meteorología rebajó sin embargo el nivel de alerta para el jueves, con sólo dos provincias de Murcia en alerta naranja.
El martes, los termómetros marcaron 45,4 °C en Figueres, Cataluña, un récord absoluto para la región del noreste de España, según la Aemet.
En casi toda España, salvo zonas del norte, hay riesgo "muy alto" o "extremo" de incendios forestales, advirtió.
En la isla de La Palma, en el archipiélago atlántico de Canarias, un incendio forestal quemó cerca de 2 mil 900 hectáreas, según las últimas estimaciones. Las llamas, que obligaron a evacuar temporalmente a 4 mil personas, siguen ardiendo, aunque el incendio está "estabilizado" desde el mediodía, según las autoridades.
Debido "a un empeoramiento de la calidad del aire" por el humo del incendio, las autoridades pidieron a los habitantes de las localidades aledañas "reducir sus actividades al aire libre" y usar mascarilla.
Cierran sitios argueológicos en Grecia
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, pidió este jueves "vigilancia absoluta" ante la nueva ola de calor que azota su país, con temperaturas que se prevé alcanzarán 45 °C este fin de semana.
Ante la nueva ola de calor, las autoridades anunciaron que todos los sitios arqueológicos estarán cerrados durante las horas más calurosas del día.
"Necesitamos una vigilancia absoluta (...) porque los tiempos difíciles todavía no quedaron atrás", advirtió Mitsotakis. "Nos enfrentamos a una nueva ola de calor" y a "un posible refuerzo de los vientos" que ya han avivado varios incendios en los alrededores de Atenas desde el lunes, añadió.
Los sitios arqueológicos cerraron sus puertas al medio día y volverán a abrir a las 17:30, salvo la Acrópolis que debido a un paro de los guardias de seguridad no recibirá visitantes hasta las 20:00.
La medida se aplicará hasta el domingo.
Empleados de la Cruz Roja distribuían botellas de agua a los visitantes cerca del monumento, el más visitado del país, cuando las temperaturas rozaron 38 °C este jueves al medio día en la capital.
Tras una primera ola de calor la semana pasada, los termómetros volverán a subir hasta 43 °C el jueves y hasta 45 °C el fin de semana en el centro del país.
"Lo que nos preocupa es que las previsiones indican un nuevo aumento de temperaturas la próxima semana. Se trataría de una ola de calor de más de quince días, es decir la más largo de la historia de Grecia", dijo Kostas Lagouvardos, del instituto para la investigación medioambiental del Observatorio Nacional de Atenas.
En el centro de la capital, los habitantes intentaban mantener sus ocupaciones pese al calor.
"Estoy acostumbrado a las temperaturas altas. Las tenemos todos los veranos, pero lo que es difícil este año es que las olas de calor se suceden", dijo Christos Boyiatzis, un lustrabotas de Kolonaki, un barrio de negocios de Atenas.
Kostas Leventouris, un vendedor de diarios, decidió cerrar su quiosco más temprano "debido al calor".
En cambio, la situación mejoró en cuanto a los incendios forestales que quemaron miles de hectáreas en los últimos días. Cientos de bomberos seguían combatiendo algunos focos aún activos al oeste de Atenas.
"Los bomberos combatieron 200 incendios en tres días, en condiciones climáticas extremas", declaró el ministro de Protección civil, Vassilis Kikilias, a la radio Skai.
El riesgo de incendios se mantiene alto para Atica --la región periférica a la capital-- la península de Peloponeso (suroeste) y el centro de Grecia, según la Protección civil.
En la turística isla de Rodas, en donde se declaró un incendio forestal hace dos días, cinco aviones y cinco helicópteros seguían combatiendo las llamas.