Madrid. A sólo cuatro días de las cruciales elecciones generales en España, se celebró el último debate antes de la cita con las urnas, que congregó a tres de los cuatro candidatos y con el favorito, el candidato del derechistas Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, ausente. De hecho, a lo largo de la hora y media de debate se apeló a la figura que no estaba en hasta 22 ocasiones, mientras que los otros aspirantes protagonizaron algunos encontronazos de relieve, sobre todo entre la candidata de Sumar y vicepresidenta del gobierno, Yolanda Díaz, con el candidato de la extrema derecha de Vox, Santiago Abascal.

El aspirante del PP, Núñez Feijóo, fue el gran triunfador del único cara a cara que ha habido en la campaña electoral, que se celebró el pasado 10 de julio, y en el que el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, que aspira a la reelección, salió muy debilitado para afrontar lo que restaba de la campaña. De ahí la importancia de este debate, el único que se llevó a cabo en la Radio Televisión Pública Española (RTVE) y al que Núñez Feijóo declinó la invitación, alegando que en este medio de comunicación no había la “imparcialidad necesaria” para acudir a un debate neutral.

Así que el debate se llevó a cabo entre tres candidatos; el presidente Sánchez y su vicepresidenta segunda y candidata de Sumar, Yolanda Díaz, y como antagonista sólo estaba el candidato de Vox, Santiago Abascal. De hecho, los momentos más intensos se vivieron precisamente entre Díaz y Abascal, que pugnan por la tercera y la cuarta plaza en las preferencias electorales y que eso podría condicionar los futuros pactos de gobierno después del domingo, ya sea un pacto entre fuerzas de izquierda, en la que previsiblemente se incluirán a los independentistas vascos y catalanas, o un bloque de derechas, con la presencia en el gobierno por primera vez en la historia reciente de una fuerza de extrema derecha como Vox.

Según los sondeos electorales, hay una pugna soterrada al interior de los dos bloques por las preferencias de los votantes; Vox intenta cortar la huida en masa de sus potenciales electores al PP, mientras que Sumar hace algo parecido frente al PSOE. De ahí que la candidata de Sumar, que es una coalición integrada por 16 formaciones políticas, incluido el extinto Podemos, haya marcado su propio territorio frente a Abascal pero también frente a Sánchez. De hecho muchas encuestas express la dieron como la clara ganadora del debate y la que más rédito sacó.

Durante el debate, Díaz insistió en algunas de sus ideas recurrentes durante la campaña, sobre todo para contraponer su idea de país frente a la concepción que tiene el bloque de la derecha y la extrema derecha. Y fue muy contundente con la política negacionista de Vox frente a la violencia machista: “Dejen de reirse de nosotras porque nos están matando”, le espetó.

El candidato de Vox insistió por su parte en su discurso en el que niega el cambio climático, la agenda 2030, la violencia de género o el sistema autonómico, así como su pretensión de ilegalizar a los partidos políticos que defienden la secesión del Estado español, con la vista puesta en Cataluña, el País Vasco y Galicia. Abascal también sacó a colación la llamada “ley del sí es sí”, que como efecto colateral provocó la liberación o reducción de las condenas de hasta mil 200 agresores sexuales, y a la polémica ley trans, de la afirmó que “lo que hace es corromper a los niños en los colegios y condena a la mutilación irreversible a muchas personas”, dijo Abascal, quien además acusó al gobierno de dar “excusas, insultos y mentiras para ocultar la realidad; que somos más pobres”.

El candidato socialista Pedro Sánchez apeló en numerosas ocasiones al gran ausente, Núñez Feijóo, pero aún así también intentó difundir su propio mensaje electoral e insistir en la idea de que el domingo se pugna por dos grandes bloques: el del pasado y el del futuro; el que aboga por más derechos sociales y libertades frente al que intenta derogar las leyes progresistas o que aplica la censura al libre pensamiento y la creación. “El próximo domingo vamos a salir a votar para decidir si el 24 de julio España amanece en el año 1973 o en el año 2023”, afirmó el todavía presidente Sánchez, que este domingo sabrá si logra la reelección.