Buenaventura. El gobierno de Colombia inició este martes diálogos de paz con los Shottas y los Espartanos, dos bandas delincuenciales que se disputan a sangre y fuego las rentas ilícitas en el puerto de Buenaventura, el más importante del país sobre el Pacífico.
Con el consejero presidencial de paz, Danilo Rueda, en el centro, voceros de las pandillas se reunieron públicamente por primera vez con motivo de la instalación de la denominada "mesa de paz urbana".
El presidente izquierdista Gustavo Petro pretende acercarse a estos grupos, que según estudios independientes y las autoridades suman entre mil 700 y 2 mil miembros, para ofrecerles alternativas a la vida en armas.
"Creemos que ellos están en el camino cierto de poder lograr esas transformaciones sin la violencia en Buenaventura", dijo Rueda durante el evento, animado con música tradicional del Pacífico.
Delegados de la Iglesia católica, la ONU, la OEA y de los gobiernos de Noruega, Suecia y Suiza los acompañaron.
Permeados por el paramilitarismo y las guerrillas que en otrora operaron en el puerto, los Shottas y los Espartanos nacieron en 2020 y desde entonces han sido protagonistas de balaceras y asesinatos en medio de su disputa por rentas ilegales como el narcotráfico y la extorsión.
"Hay una responsabilidad del gobierno nacional de enfrentar esas causas de la violencia de manera sistémica, integral y eficaz", agregó Rueda.
Aunque el gobierno la bautizó como una "conversación sociojurídica", no está claro si les ofrecerá beneficios judiciales. Un proyecto de ley del ejecutivo que establece las condiciones e incentivos para someter a la justicia al crimen organizado aún no ha sido aprobado en el Congreso, donde Petro perdió las mayorías.
Expertos han criticado que se lleven a cabo diálogos sin tener el respaldo de un marco jurídico.
Micrófono en mano, los voceros se dijeron dispuestos a llevar el mensaje de paz a los miembros de las bandas.
Vinimos "por esas niñas y niños, para que no vayan más adelante a coger las armas", manifestó José Jimmy García, un líder comunal que representa a los Shottas.
Sentado a pocos metros de él, el vocero de los Espartanos, Félix Orlando Luna, siguió la misma línea: "El pueblo quiere paz (...) entre todos podemos construir una paz y salir adelante", dijo.
En Buenaventura la pobreza alcanza al 40 por ciento de los habitantes y el desempleo a más del 25 por ciento, pese a que por el puerto pasa una tercera parte del comercio internacional de Colombia.
El gobierno también dialoga con las estructuras ilegales de Medellín y sostiene negociaciones de carácter político con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Pronto hará lo propio con el principal grupo de rebeldes de las FARC que no se desmovilizó con el acuerdo de 2016.