Pekín. El enviado de Estados Unidos para asuntos climáticos, John Kerry, afirmó que es "imperativo que China y Estados Unidos hagan verdaderos progresos" en los cuatro meses que faltan para las conversaciones mundiales sobre el clima de la COP28 en Dubái, al reunirse este lunes con su contraparte, Xie Zhenhua, en la capital china.
También instó a China a colaborar con Estados Unidos para recortar las emisiones de metano y reducir el impacto climático de las centrales eléctricas de carbón, con el objetivo de que ambas partes recuperen la confianza tras la suspensión de las conversaciones el año pasado.
Mientras los delegados de los dos principales emisores de gases de efecto invernadero del mundo se reunían en una sala de conferencias con vistas a la Ciudad Prohibida de Pekín el lunes por la mañana, Xie afirmó que los dos enviados climáticos podrían desempeñar un papel en la mejora de las relaciones entre Estados Unidos y China.
"En los próximos tres días esperamos poder empezar a dar algunos pasos importantes que envíen una señal al mundo sobre el serio propósito de China y Estados Unidos de abordar un riesgo común, una amenaza, un desafío para toda la humanidad creado por los propios seres humanos", declaró Kerry.
Tanto China como Estados Unidos han experimentado meses de calor récord y condiciones meteorológicas extremas. El domingo, las lecturas de una estación meteorológica en la región de Xinjiang, en el extremo noroeste del país, alcanzaron un máximo histórico de 52.2 grados centígrados.
Las reuniones de esta semana, que se prolongarán hasta el miércoles, no tendrán un programa oficial, pero está previsto que se centren en la reducción del metano y otras emisiones distintas del CO2, así como en los preparativos de la COP28.
Es probable que la dependencia china del carbón también figure en el orden del día. Kerry elogió el "increíble trabajo" realizado por China para aumentar la capacidad de las energías renovables, pero afirmó que la construcción de nuevas centrales eléctricas de carbón ha mermado su capacidad.
China se ha comprometido a empezar a reducir el consumo de carbón, pero no antes de 2026, y la aprobación de nuevos proyectos de centrales de carbón se ha acelerado desde el año pasado.