Ciudad de México. Traducir los estudios académicos al lenguaje de los simples mortales es la intención del monero Patricio con la colección México Antes de ser México (Grijalbo), cuyo tercer tomo acaba de publicar, El clásico mesoamericano (primera parte): De Teotihuacan a los guachimontones… El caricaturista afirma que su propósito es explicar los temas de forma que resulten accesibles al público.

Para esta tarea, Patricio recurrió al formato de libro didáctico, inventado, sin querer, por Eduardo del Río Rius (1934-2017); claro, con permiso de quien fue su amigo y colega en revistas como El Chahuistle y El Chamuco. Es un formato que combina un texto sencillo y ágil con caricaturas e ilustraciones. “Le dije a Rius que iba a continuar con su trabajo y le dio mucho gusto. Me asesoró para el presente trabajo y me dio muchos consejos. Escribió el prólogo del primer libro”, detalla.

A Patricio Ortiz González le ha costado comprender la historia de las antiguas civilizaciones de Mesoamérica a tal grado que buscó la asesoría del historiador Alfredo López Austin (1936-2021), estudioso del México precolombino, quien después de conocer el proyecto, le brindó todo su apoyo. Se volvió un maestro tan cercano que me corregía hasta las caricaturas, asegura Patricio.

El historietista siempre tuvo interés por las culturas indígenas de México, sin intención de estudiarlas a profundidad. En 2015, por distintas razones investigaba la historia de la Conquista.

Radicado en Veracruz, cerca de Villa Rica, adonde llegaron los españoles, empezó a preguntarse qué sucedió antes. De sus lecturas de Miguel León-Portilla y López Austin surgió la inquietud de saber más y se dio cuenta de que no sabía nada, como tampoco quienes lo rodeaban. Entonces le llegó la idea de contar esta historia a la manera de Rius, de manera didáctica y con humor.

Patricio pronto cayó en cuenta de que era un tema vasto, complejo y que no podía solo. Fue entonces que se acercó a López Austin, quien lo aceptó como su alumno y lo ayudó en todo, desde definir el proyecto y conseguir bibliografía. El monero, incluso se inscribió en el seminario que impartía en el Instituto de Investigaciones Antropológicas. López Austin lo presentó con otros alumnos suyos que le ayudaron a estudiar temas en particular, como el poblamiento del continente. El historiador también le ayudó a conseguir iconografía para ilustrar.

El primer tomo de la colección, Del poblamiento hasta los inicios de Mesoamérica, se publicó primero en la editorial de El Chamuco, en 2017; al año siguiente se reditó con Grijalbo. El segundo tomo, El preclásico mesoamericano, llegó a librerías al comienzo de la pandemia en 2020. El tercer tomo, sobre el periodo Clásico, no incluye la zona maya ni la costa del Golfo de México, estudios que vendrán en el cuarto tomo que Patricio espera dar a conocer en 2024. Faltarían por lo menos dos libros más, sobre el periodo Posclásico, de los toltecas a los mexicas, y la Conquista.

López Austin le ayudó en la revisión hasta el tomo tres: Vio el libro terminado y alcanzó a revisarlo hasta la tercera parte. Murió poco después; sin embargo, me dejó encargado con uno de sus estudiantes, Patricia Ledezma Bouchan, directora del Museo del Templo Mayor y autora del prólogo. Fue mi asesora para este volumen. Ahora estoy en el proceso de conseguir otros especialistas para los que vienen, debido al rigor académico que se necesita.

–¿Las caricaturas ilustran el texto o funcionan aparte?

–Muchas funcionan solitas, como un chiste. Sin embargo, si lees el libro te das cuenta de que hay un diálogo. En el párrafo antes de la caricatura, se refiere a ella. O después de la caricatura viene un comentario de la misma. No sólo hay caricaturas, también dibujos. Al escribir el guion de lo que será el libro, voy pensando: ‘Ah, aquí iría muy bien un dibujo original, por ejemplo, de los murales teotihuacanos para ilustrar esto’. O, como ya hice la investigación, tengo detectadas las imágenes. En este tercer tomo hay muchos dibujos de la eminente arqueóloga Laurette Séjourné.

Patricio es dueño de un estilo de lo más reconocible, y sus caricaturas están cargadas de comentario político y social.

–¿Esto se traslada al libro?

–Sí, desde luego. Un tema presente constantemente a lo largo de estos libros es el de la desigualdad y de cómo va creciendo. En el tomo tres se dice que uno de los factores recurrentes que los historiadores han encontrado es que al agudizarse la desigualdad entre la riqueza y la pobreza, se generaron revueltas sociales que se piensa es uno de los factores que llevaron a la caída de las grandes ciudades y su abandono. Utilizo el recurso de la caricatura para comentar esto, al igual que hago con la caricatura política.