La Ciudad de México padeció al menos cuatro horas de caos vial por diversos bloqueos simultáneos en la avenida Insurgentes, a la altura del Caminero, y en la carretera México Cuernavaca, los cuales colapsaron el sur de la capital; también hubo afectaciones en Viaducto-Tlalpan y Periférico por el cierre que hicieron familiares y amigos de Jaqueline Cristal Caraves, luego de su fallecimiento el 2 de julio en Acapulco, Guerrero.
Los manifestantes exigieron que no quede impune la muerte de la mujer, quien dejó en la orfandad a dos hijas de 11 y 9 años, mientras su esposo Fernando Otero se reporta grave en el hospital Doctor Manuel Gea González.
Exigieron que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso al denunciar que existe corrupción en la Fiscalía de Guerrero, luego de que un sujeto identificado como Joan N, quien al parecer conducía bajo los efectos del alcohol, embistió el vehículo estacionado en el que se encontraban ella y su esposo afuera de una taquería.
Los familiares de Jacqui, como le llamaban de cariño, exigen la destitución de la fiscal Rosario Villalobos y del agente del Ministerio Público Julio César Arizmendi, a quienes acusan de cometer actos de corrupción porque el responsable se encuentra libre, a pesar de que esa noche fue detenido.
En la carretera federal México-Cuernavaca, conductores de taxis con cromática rosa y blanco cerraron el tránsito en ambos sentidos, mientras cientos de personas tuvieron que caminar; algunos de ellos exigían una explicación por las pérdidas de sus boletos de avión o porque no llegaron a sus citas de trabajo. Minutos antes de las 14 horas los manifestantes se retiraron.