Madrid. En la víspera del debate cara a cara entre los dos principales candidatos de las elecciones generales del próximo 23 de julio, el conservador Alberto Núñez Feijóo y el socialista Pedro Sánchez, el aspirante de la derecha se dio un baño de masas en su Galicia natal, en la ciudad de Pontevedra, en la que dio un mitín ante más de doce mil personas en el que insistió en su idea de “derogar” al actual gobierno y sus políticas más emblemáticas de su gestión. El presidente del gobierno, Sánchez, advirtió en una entrevista con eldiario.es que en los comicios “no está en juego la alternancia, sino la democracia en este país”.
Los estrategas de las campañas proselististas de los principales candidatos están con la mirada puesta en el debate a dos que se celebrará este lunes en los canales y radiodifusoras privadas de Atresmedia, donde se llevará a cabo el único cara a cara entre Sánchez y Núñez Feijóo, en el que se podría definir el voto de los casi dos millones de ciudadanos que todavía están indecisos. De ahí que tanto el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como el Partido Popular (PP) estén centrados en preparar el debate, en el que por única vez durante la campaña proselitista se enfrentarán los dos programas que tienen más visos de gobernar el país. Que serán a su vez los representantes de los dos bloques en disputa: el del PSOE y el conjunto de los partidos de la izquierda en el país, incluida la nueva coalición de Sumar, en el que se están integrados Izquierda Unida (IU) y Podemos, así como las formaciones independentistas del País Vasco y Cataluña, ERC y EH-Bildu. Mientras que el PP, que si bien aspira a gobernar en solitario, tendría que pactar con la extrema derecha de Vox si como predicen todos los sondeos no logra la mayoría absoluta o suficiente en solitario.
Núñez Feijóo, que parte como claro favorito de la contienda electoral en detrimento del presidente Sánchez, protagonizó el mitín más multitudinario en lo que va de campaña, con más de doce mil personas en Pontevedra, en su tierra natal y en la que además se rodeó a algunos de los dirigentes históricos y más carismáticos de la derecha española, como el ex presidente Mariano Rajoy y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. En ese mitín instó a la ciudadanía a votar para otorgarle “una gran mayoría” para huir de “la intransigencia de los extremos”, en alusión a Vox, en cuyo programa electoral plantea entre otras cosas la derogación de leyes como la de la violencia de género, la que reconoce los derechos de las personas transexuales y la legislación que se aprobó en los últimos para el combate al cambio climático.
Mientras tanto Sánchez, que canceló varios mitines y comparecencias en medios de comunicación durante estos días para preparar el debate, explicó en una entrevista con el portal digital que “la democracia está en peligro” en estas elecciones, sobre todo por el auge de la extrema derecha. “Lo estamos viendo en Europa. Hay gente bienintencionada que puede pensar que al estar en Europa vivimos en un sistema democrático de valores, de respeto, de derechos fundamentales. Pero en Europa, desgraciadamente estamos viendo retrocesos e involuciones muy serias en países que empezaron quitando las banderas LGTBI de fachadas de los edificios públicos y que han acabado identificando al colectivo LGTBI con movimientos proxenetas. Esto lo hemos visto y no hace 20 o 30 años, hace muy poco tiempo, en nuestro continente europeo. Hay sesudos analistas que dicen: Bueno, pero esto no influye en el comportamiento electoral. Como si realmente lo que nos estuviéramos jugando es si influye o no en el comportamiento electoral. El deber de toda fuerza política es poner pie en pared ante este tipo de involuciones. No sé si esto dará o no rendimiento electoral, pero ¿que voy a hablar de ello durante todos los días de la campaña, de esta involución que representa a Feijóo y Abascal, de este tráiler de película tenebrosa que estamos viendo? Por supuesto que sí, porque es un compromiso político que supera lo que pueda representar yo como secretario general del partido y también como presidente del Gobierno de España. Con todo lo que hemos hecho durante estos años, con todo lo que hemos consolidado durante estos últimos 40 años, España no se merece tener un gobierno que, como estamos viendo, están pensando en censurar obras de teatro de Lope de Vega”.
