Tegucigalpa. Honduras y China instalaron el viernes en Tegucigalpa la comisión mixta de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC), luego que en marzo el país centroamericano rompió relaciones diplomáticas con Taiwán y firmó con el gigante asiático.
La ceremonia de instalación, que tuvo lugar en un hotel de la capital hondureña, fue encabezada por el viceministro de Comercio de China, Wang Shouwen, y el canciller de Honduras, Enrique Reina, junto al ministro de Desarrollo Económico, Fredis Cerrato.
“Nuestro objetivo es negociar un TLC que sea de alto nivel, moderno, integral y mutuamente beneficioso”, afirmó Wang en su discurso. “Esperamos que el TLC no solo cubra el comercio de bienes y servicios sino también de inversión mutua”.
La reunión “marca un nuevo hito en el avance de las relaciones con China en el marco de la decisión de nuestra presidenta Xiomara Castro de reconocer los principios de una sola China”, declaró Cerrato.
“Honduras puede aprender mucho de China en cuanto a las políticas que han permitido sacar de la pobreza a sus ciudadanos y convertir a China en potencia mundial”, subrayó.
Además, empresarios arribados el jueves de China en una nutrida delegación se reunieron este viernes con sus pares hondureños para explorar las posibilidades de comercio e inversión.
Tren interoceánico
Cerrato anunció en rueda de prensa que durante las reuniones la representación hondureña “planteó todos los proyectos macros en los que tiene interés el gobierno y que son vitales para el desarrollo del país”.
Entre ellos destacó la construcción de un ferrocarril interoceánico, así como de represas para generación eléctrica, transporte y el desarrollo del agro.
Diferentes gobiernos hondureños durante más de cien años han estado interesados en una línea de tren que una el Pacífico al sur con el Atlántico en el norte.
Cerrato aseguró que los proyectos encontraron “eco” en la misión china, estimó que un tren interoceánico costaría 20 mil millones de dólares y se construiría en unos 15 años, con inversiones privadas conjuntas.
Sorpresiva ruptura con Taiwán
Honduras sorprendió en marzo al anunciar que rompía relaciones diplomáticas con Taiwán, un socio tradicional de más de 70 años, y en término de horas firmó vínculos con el gigante asiático.
En junio la presidenta hondureña viajó a Pekín en una visita oficial de cinco días y se reunió con su par chino, Xi Jinping, para afianzar las relaciones.
América Latina ha sido un importante escenario de la pugna diplomática entre Pekín y Taipéi desde que se separaron en 1949, tras el triunfo de las fuerzas comunistas en la guerra civil china.
Bajo el principio de “una sola China”, Pekín no permite que ningún país tenga lazos diplomáticos con ellos y con Taiwán a la vez.
Alineados con Washington, todos los países centroamericanos se mantuvieron durante décadas ligados a Taiwán, pero ahora sólo Guatemala y Belice mantienen lazos con la isla.
Costa Rica (en 2007), Panamá (2017), El Salvador (2018) y Nicaragua (2021) rompieron con Taiwán y se vincularon a Pekín, que lleva muchos años buscando que los aliados diplomáticos de Taipéi cambien de bando.
Tras la decisión de Honduras, sólo 13 países del mundo reconocen a Taiwán, entre ellos Paraguay, Haití y otras siete pequeñas naciones isleñas del Caribe y el Pacífico.