México ha reportado en los últimos 30 años un aumento de temperatura de 0.3 grados Celsius, más que el promedio para América Latina y el Caribe que fue de 0.2 grados, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial. En el periodo de 1991 a 2022, los fenómenos meteorológicos extremos y los choques climáticos se agravaron en la región, indicó.
En el informe El estado del clima en América Latina y el Caribe 2022 destacó que la sequía prolongada ha perjudicado a importantes sectores económicos como la agricultura, la energía, el transporte y el abastecimiento de agua.
Tan sólo en México, durante junio las condiciones de sequía se elevaron, en casi 7 por ciento, ya que el 41.5 por ciento del territorio nacional estaban en condiciones de sequía de moderada a extrema, reportó por su parte el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en el más reciente Monitor de Sequía. Si se agrega la superficie en condiciones anormalmente secas, tan sólo el 29.25 por ciento del territorio nacional estaba sin afectación.
El SMN indicó que la ola de calor favoreció el incremento de las áreas con sequía de moderada a severa principalmente en las regiones Pacífico Norte, Occidente, Pacífico Sur y Península de Yucatán. Se dio un aumento de la sequía extrema en Zacatecas, Jalisco, Aguascalientes, Michoacán y Guanajuato.
Agregó que el paso de seis ondas tropicales generaron lluvias en el sur del país, principalmente en el Istmo de Tehuantepec, mientras que el desarrollo de los huracanes Adrián y Beatriz hacia finales de junio, favoreció una ligera disminución de las condiciones de sequía en las costas de Jalisco, Colima y Guerrero.
En tanto, el reporte de la OMM divulgado ayer indicó que el aumento del nivel del mar amenaza a una gran parte de la población de América Latina y el Caribe que vive en zonas costeras, ya que contamina los acuíferos de agua dulce, erosiona las costas, inunda las zonas de baja altitud y aumenta el riesgo de inundaciones costeras.
Apuntó que el calor extremo combinado con la sequedad de los suelos dio lugar a períodos de incendios forestales sin precedentes en pleno verano de 2022, lo que provocó que las emisiones de dióxido de carbono alcanzaran los máximos niveles de los últimos 20 años y que las temperaturas fueran aún más altas.
Destacó que la región tiene un papel fundamental en la producción de alimentos y también es muy vulnerable a los riesgos climáticos, ya que cerca de tres cuartas partes de la población vive en asentamientos urbanos informales y alrededor del 8 por ciento de la población está subalimentada.