Ciudad de México. Ante su preocupación de que los precios de las mercancías alimenticias, creciendo a doble dígito y de los servicios, sin presentar un punto de inflexión, la junta de gobierno del Banco de México (BdeM) ve necesario mantener una “prolongada” pausa en el movimiento de su tasa de interés, actualmente en 11.25 por ciento, nivel más alto en su historia, desde que utiliza la tasa de referencia como medida para mantener la estabilidad de precios.
De acuerdo con la minuta de su reunión de política monetaria del pasado 22 de junio, los miembros de la junta destacaron que la inflación general anual siguió bajando (a 5.18 por ciento anual en la primera quincena de junio), aunque se sitúa en niveles altos, para la meta de entre 3.0 y 4.0 por ciento.
Así, los miembros de la Junta destacan que, de una u otra forma, hablan de mantener la tasa de interés y que es muy pronto todavía para hablar de recortes. Pues las mercancías alimenticias, lo que representa el componente que más preocupa por la importancia que tiene en el gasto de los hogares mexicanos, sigue muy elevada.
En algunos foros, Jonathan Hearth, subgobernador del Banco de México, ha aclarado que se debe extender por tiempo prolongado, unas tres o cuatro reuniones de política monetaria, siempre y cuando los datos muestran que sería propicio un descenso para justar política monetaria con las expectativas de inflación de los agentes económicos.
Señalaron que tal disminución ha obedecido, fundamentalmente, a la evolución del componente no subyacente, que incluye productos agropecuarios y energéticos, creció 0.03 por ciento a tasa anual en la primera mitad de junio y en menor medida, a la reducción de la inflación subyacente, que determina la trayectoria de la inflación general en el mediano y largo plazo, a 6.91 por ciento anual en el periodo de referencia.
Todos sostienen que “el mercado laboral sigue mostrando fortaleza. Destacaron que la tasa de desempleo se ubica en mínimos históricos”. La mayoría consideró que “el mercado laboral muestra señales de apretamiento. Resaltó la magnitud relativamente alta de las revisiones salariales”.
Asimismo, la mayoría consideró que persiste incertidumbre con respecto al proceso de desinflación previsto. Todos coincidieron en que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza.
La mayoría de los miembros mencionó que, ante la complejidad del entorno inflacionario, se registró un aumento en la trayectoria esperada de las tasas de referencia de los bancos centrales de economías avanzadas. Asimismo, notó la menor probabilidad de observar recortes este año a nivel internacional.