Autoridades de las instituciones de salud presentaron el Plan Sectorial de Salud Mental y Adicciones 2023-2024, con el que se busca garantizar el acceso a la atención médica en esta área que por primera vez, es un asunto prioritario del gobierno federal. El secretario de Salud, Jorge Alcocer, reconoció que “el plan llegó tarde, pero llegó” para atender a la población con un enfoque comunitario y sin estigma.
Señaló que la pandemia de covid-19 hizo visible el problema que afecta a las personas que como consecuencia del confinamiento, el miedo, la incertidumbre y la pérdida de seres queridos, han presentado o acrecentado padecimientos como depresión y ansiedad, entre los más comunes.
La estrategia está a cargo de la recién creada Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), la cual dirige Juan Manuel Quijada Gaytán.
Durante el acto realizado en la sede del Instituto Nacional de Geriatría,el funcionario destacó que habrá un trabajo de colaboración entre todas las instituciones del sector, los institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS), de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) e IMSS Bienestar.
Para cumplir los objetivos, se prevé que exista la disponibilidad de recursos humanos, se logre la realización de diagnósticos tempranos de los trastornos y los protocolos de atención estén bien establecidos. Alcocer destacó que hay una demanda creciente de atención en salud mental y adicciones.
De estas últimas, destacó que en el caso del fentanilo, en el país existe un trabajo intersectorial que avanza a paso veloz, porque el consumo de esta drogas duplicó en un año, al pasar de 184 solicitantes de atención en 2021, a 331 en 2022.
El director del IMSS, Zoé Robledo, comentó a través de un video, que en el Seguro Social se otorgaron más de 800 mil consultas de salud mental de primera vez y 94 mil fueron para niños y adolescentes.
Subrayó la importancia de la atención que ahora se da a este tema, porque se sabe, dijo que en México 3 de cada 10 personas presentan algún trastorno mental alguna vez en la vida, y de ellas, más de 60 por ciento no reciben tratamiento médico alguno.