Ciudad de México. Hay recuerdos que no dejan descansar a la selección mexicana y para los cuales no existen respuestas. El Mundial de Qatar es uno de ellos. La sola mención del pequeño emirato remite al Tricolor al inicio de su peor crisis deportiva, pero también produce episodios inesperados como la derrota por 1-0 en el cierre de la fase de grupos de la Copa Oro.
Los cataríes, que no sumaban victorias en un partido oficial desde enero, se valieron de un gol de Hazem Ahmed Shehata (27) que ensombreció todo lo que Jaime Lozano se encargó de aclarar en el inicio de su interinato. Con el liderato asegurado en el Grupo B, el combinado nacional dispuso de al menos seis modificaciones en su cuadro titular.
Entre los elementos que recibieron su oportunidad estuvieron Santiago Giménez, Ozziel Herrera, Gerardo Arteaga, Carlos Rodríguez y Julián Araujo, cuya inexperiencia a escala internacional quedó retratada en la jugada que abrió el marcador a favor de los cataríes, clasificados a los cuartos de final.
Como un reflejo de su pasado reciente, los aficionados volvieron a despedir con silbidos al Tricolor desde las gradas del Levi’s Stadium y entonaron con fuerza el grito discriminatorio contra el portero rival.