Washington. Los occidentales "no tuvimos nada que ver" con la fallida rebelión del jefe del grupo Wagner en Rusia este fin de semana, afirmó este lunes el presidente estadunidense Joe Biden.
"Convoqué a nuestros aliados clave en una llamada de Zoom", declaró Biden a periodistas.
"Coincidimos en que teníamos que asegurarnos de no dar a (el presidente ruso Vladimir) Putin ninguna excusa (...) para culpar de ello a Occidente y para culpar de ello a la OTAN", afirmó.
"Dejamos claro que no estábamos involucrados. No tuvimos nada que ver, era un problema dentro del sistema ruso", añadió.
"Para mantener nuestra coordinación hablaré con los jefes de Estado (...) me aseguraré de que estamos de acuerdo", afirmó el presidente, para quien es "demasiado pronto" para sacar conclusiones sobre lo ocurrido.
Biden dijo estar en contacto con el presidente ucranio Volodimir Zelenski, para garantizarle el apoyo de su país.
El portavoz del departamento de Estado, Matthew Miller, declaró por su parte a periodistas que la embajadora estadounidense en Rusia, Lynne Tracy, dijo el sábado a las autoridades rusas que "Estados Unidos no está implicado y no lo estará".
Durante 24 horas, las fuerzas de Yevgueni Prigozhin, el jefe del grupo paramilitar Wagner, se apoderaron de varias instalaciones militares de la ciudad estratégica de Rostov del Don, en el suroeste de Rusia, y recorrieron 600 km en dirección a Moscú.
En Rostov, sus combatientes fueron aclamados cuando abandonaron el cuartel general militar que habían tomado, desde el que se coordinan las operaciones en Ucrania.
La rebelión terminó tras un acuerdo en virtud del cual Prigozhin obtuvo garantías de inmunidad para él y sus hombres a cambio de poner fin a la sublevación. Según el Kremlin, deberá exiliarse en Bielorrusia.
El primer levantamento armado desde el intento de golpe de estado soviético de 1991 contra Mikhail Gorbachev duró menos de 24 horas. Vía Graphic News