Ciudad de Guatemala. Guatemala cerró las urnas el domingo a las seis de la tarde (hora local) y arrancó el conteo rápido en las elecciones presidenciales de las que saldrá el reemplazo del mandatario Alejandro Giammattei. Habrá un primer corte de tendencia de resultados a las 10 de la noche, según informó la magistrada presidenta del Tribunal Supremo Electoral, Irma Palencia.
Los guatemaltecos estaban convocados a votar por presidente y vicepresidente para los próximos cuatro años, aunque se prevé nivel de abstencionismo en torno al 50 por ciento, en uno de los comicios más accidentados de la historia reciente del país centroamericano. Quedaron excluidos varios aspirantes opositores y hubo señalamientos de proteger candidaturas que auguran la continuidad del sistema.
En caso de que ninguno de los 22 aspirantes a presidente alcance el 50 por ciento de los votos contados, habrá una segunda vuelta electoral el próximo 20 de agosto. Poco más de nueve millones de votantes, la mayoría mujeres, estaban llamados a las urnas para elegir también a 160 diputados al Congreso, 340 alcaldes municipales y 20 diputados al Parlamento centroamericano.
La jornada no estuvo exenta de incidentes y la Fiscalía informó a media tarde que se reportaban al menos 96 denuncias y 15 detenidos. En San José del Golfo, las elecciones fueron suspendidas y serán realizadas el 20 de agosto, en caso de haber segunda vuelta, debido a hechos de violencia. En el lugar, vecinos denunciaron acarreo de personas para votar, lo que generó forcejeos entre ciudadanos y la polícia, con detenidos.
De los 340 municipios en 22 departamentos del país, unos 62 municipios estaban calificados como de mayor riesgo ante posibles incidentes.
Además de los incidentes en San José del Golfo, hubo un enfrentamiento entre votantes en el municipio de San Martín Zapotitlán, en el departamento de Rethauleu, al sur del país. Denunciaron que personas que no eran de la zona llegaron a votar allí. En imágenes divulgadas por el medio local NotiReu se observan forcejeos, lanzamiento de gas lacrimógeno y la quema de papeletas. También se reportan varias personas detenidas.
En cuanto al voto extranjero, Irma Palencia informó al momento del cierre de urnas que poco más de 1.200 migrantes habían acudido a votar en las 15 ciudades de dos estados en Estados Unidos en las que había más de 90.000 guatemaltecos aptos para votar. No obstante, aún estaba pendiente el conteo en cuatro de esas ciudades de los estados de California y Nueva York.
Al cierre de las votaciones, el ciudadano Alejandro Cameros, maestro de 30 años, dijo que votó para que la misma gente no vuelva a estar en los cargos. “Que no queden de los mismos, sino que haya un cambio para Guatemala”, declaró. “Yo tengo fe de que va a cambiar, pero si hay que cambiar, tiene que ser desde de uno mismo para que el gobierno también haga lo suyo.”
Aroldo Tronconi fue uno de los primeros en llegar al Centro de Votación, que abrió a las 7:00 de la mañana, en un instituto de la zona 21 de la capital guatemalteca, una de las zonas urbanas más pobladas. El hombre, de 64 años y aquejado por parálisis debido a un disparo en la espalda motivo de la inseguridad, dijo que llegó temprano a emitir su voto “para que sus hijos no hereden un país sin oportunidades”.
El hombre, un jubilado del seguro social, explicó que ninguno de los candidatos propuestos llena sus expectativas, pero que aún así él cumple con su deber ciudadano.
En la Escuela Urbana Mixta No. 2, un centro que combina primaria y secundaria, en el municipio de Sumpango, del departamento de Sacatepéquez, Marleny Cabrera, maestra de primaria de 29 años de otra escuela, dijo que estaba buscando un cambio en el rumbo del país.
“Creo que se le ha dado un énfasis menos estable a la educación y la salud”, indicó. “En mi caso busco el bien de los niños de nuestra comunidad y vine a elegir el bienestar de Guatemala”.
Melanie Cay Mutzuma esperó para emitir su voto en su primera elección. La comerciante de 19 años dijo que estaba nerviosa y buscaba candidatos que le permitieran votar “por algo diferente a todos los habituales”.
“Todos queremos un cambio”, manifestó. “Lo primero que tenemos que hacer es venir a votar”.
El presidente Alejandro Giammattei, que no puede aspirar a la reelección, hizo el viernes un pronunciamiento en un esfuerzo por validar el proceso electoral y apaciguar los señalamientos, diciendo que las elecciones son “una muestra más de que vivimos en una democracia sólida y que se consolida con elecciones periódicas, libres y participativas”.
“Como primer servidor público de la nación, les aseguro que mi gobierno ha brindado todas las garantías para que la jornada electoral se lleve a cabo en un clima de paz, transparencia y seguridad”, reafirmó el mandatario.
La organización Mirador Electoral que vigila el proceso dijo que, según sus monitoreos, los principales problemas que se han suscitado tienen que ver con denuncias de acarreo de votantes mayormente a nivel municipal, la compra de votos, así como intimidación a periodistas y medios de comunicación.
“El aumento de estos casos se confirma con la ausencia de controles y sanciones”, debido a la falta de control del TSE sobre este tipo de prácticas, recalcó Mirador.
El Tribunal Supremo Electoral, así como las cortes de justicia, que entran a dilucidar conflictos electorales cuando lo requieren las partes, favorecieron a dos candidatas punteras: Sandra Torres, que se presentó acompañada de Romeo Guerra, un pastor evangélico, lo cual prohíbe la Constitución; y Zury Ríos, hija del exdictador Efraín Ríos Montt, pese a que la Carta Magna también prohíbe ocupar la presidencia a quién haya encabezado un golpe de estado (como lo hizo Ríos Montt en 1982) y a sus familiares.
En los comicios participan casi 40 mil candidatos que pujan por puestos en los 22 departamentos de Guatemala, un país que no será fácil de gobernar y que es agobiado por la corrupción, narcotráfico, migración, inseguridad y donde la situación se ha agravado los últimos años debido a un deterioro de la democracia y el estado de derecho, según los expertos.