Londres. La demanda mundial de energía aumentó 1 por ciento el año pasado y el crecimiento récord de las energías renovables no contribuyó en nada a desplazar el dominio de los combustibles fósiles, que siguen representando el 82 por ciento del suministro, según el informe Statistical Review of World Energy de la industria, publicado el lunes.
El año pasado estuvo marcado por la agitación en los mercados energéticos tras la invasión rusa de Ucrania, que contribuyó a disparar los precios del gas y el carbón hasta niveles récord en Europa y Asia.
El obstinado liderazgo del petróleo, el gas y el carbón en la cobertura de la mayor parte de la demanda energética se consolidó en 2022 a pesar del mayor aumento de la historia de la capacidad de las energías renovables, con un total combinado de 266 gigavatios, con un crecimiento de la energía solar por sobre el de la energía eólica, según el informe.
“A pesar del fuerte crecimiento de la energía eólica y la solar en el sector eléctrico, las emisiones globales de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía volvieron a aumentar”, afirmó la presidenta del organismo industrial Energy Institute, con sede en el Reino Unido, Juliet Davenport.
“Seguimos yendo en dirección contraria a la exigida por el Acuerdo de París”, señaló.
El informe anual, una referencia para el sector, ha sido publicado por primera vez por el Energy Institute junto con las consultoras KPMG y Kearny tras tomar el relevo de BP, autora del informe desde la década de 1950.
Los científicos afirman que el mundo necesita reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en torno a 43 por ciento de aquí a 2030 respecto a los niveles de 2019 para tener alguna esperanza de cumplir el objetivo internacional del Acuerdo de París de mantener el calentamiento muy por debajo de 2°C por encima de los niveles preindustriales.