Todo era fiesta cuando llegaban los artistas de cine, radio y televisión a pueblos y comunidades alejados en el país en La Caravana Corona, espectáculo itinerante, cuyo boleto de entrada tenía un costo muy accesible que permitía a toda la familia asistir a las funciones.
En la exposición La Caravana: Ídolos del pueblo, que se inauguró ayer en el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP), coordinada por Frida, hija de Guillermo Vallejo y Martha Badager, artífices del emblemático proyecto que inició en 1956 y concluyó en 1982. En la primera caravana realizada en Minatitlán, Veracruz, destaca que el principal artista fue Pedro Infante.
Ahora, se le rinde tributo a las grandes estrellas –cantantes, cómicos, actores y agrupaciones de música afroantillana, rock, regional o boleros– en un recorrido donde se exhiben alrededor de 150 piezas originales entre vestuarios, fotografías, zapatos, objetos personales, baúles, carteles, discos e imágenes que llevan al espectador a un mágico viaje
al pasado. La voz en perifoneo es del actor Humberto Elizondo.
Sobre la muestra, Frida Vallejo dijo: tiene como propósito recordar y compartir con las nuevas generaciones la manera en la que se dieron a conocer y se consolidaron varios de los artistas emblemáticos de la cultura popular de México, a través de los espectáculos itinerantes que ofrecía La Caravana Corona
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Esos largos recorridos por el país, contó, fueron impulsados por sus padres Guillermo Vallejo y Martha Badager y patrocinados por una marca cervecera para recorrer la República acercando a los artistas a su público en lugares remotos
. Esos puntos fueron clasificados en cuatro rutas: Pacífico, Golfo, Sureste y Bajío. El equipo logístico se encargaba de anunciar, por medio de carteles en color rojo y azul, los espectáculos de variedad que tendrían lugar en arenas de boxeo, plazas de toros, teatros y espacios públicos.
También, recordaron en conferencia varios hijos de esas estrellas del pasado, se utilizaban vehículos automotores adaptados con megáfonos, que recorrían las calles para anunciar al elenco y permitir que los espectadores decidieran a qué evento asistir.
Debido a la prolongada duración de las giras, los vehículos automotores en los que viajaba el talento se volvieron el hogar temporal de figuras como Pedro Infante, José Alfredo Jiménez, Toña La Negra, la orquesta de Pérez Prado, María Victoria, Marco Antonio Múñiz, Sonia López, Germán Valdés Tin Tán, El Loco Valdés, Los Polivoces, Los Teen Tops, Los Locos del Ritmo, Los Rebeldes del Rock, Manolín y Shilinsky y Viruta y Capulina, por mencionar algunos.
En la exposición se aprecia una serie de fotografías de los ídolos que forjaron su carrera en las caravanas y se observan vestuarios originales, como los trajes de charro y los sombreros de José Alfredo Jiménez; los vestidos de Lola Beltrán, María Victoria y las hermanas Huerta, los zapatos de vedete elaborados a mano por Miguel Nieto o el muñeco Don Roque, hecho en madera ensamblada y policromada.
Humberto Elizondo recordó: “Íbamos a pueblitos donde la televisión todavía no llegaba; no podían ver a sus artistas y el cine era una pared llena de cal y butacas; hacía mucho calor en varios de los pueblos y les llamaban terrazas. Ahí se presentaba La Caravana, pero para llegar al escenario había que atravesar en medio del público, y la gente tocaba a los artistas para ver si eran de verdad. Entonces, había esa magia y encanto; el talento era parte de la vida del pueblo y de la familia, pues esperaban todo el año a que regresaran y venían de poblaciones cercanas para ver a las estrellas… era otro México que disfruté mucho”.
Frida Vallejo recordó: Hoy se trata de honrar a los más grandes artistas que pusieron el cimiento para que pisen los artistas actuales; esos grandes que se adaptaron a todo, que nunca decían que no; que estaban dispuestos a complacer al público en el clima que fuera, en el escenario y entorno que les diera la oportunidad. Eso era arte, pasión y eran los grandes que hoy son los ídolos del pueblo y de México
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Juan Carlos Gutiérrez Bonet, director del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales de la Secretaría de Cultura de México sostuvo: “Somos hijos, nietos y bisnietos de saltimbanquis, es decir, de artistas que iban pueblo por pueblo haciendo teatro, diciendo poesía, cantando o bailando… Me parece importante que se rescate la memoria de todos esos grandes artistas”.
En la exposición se destaca el hecho de que “la distribución de los elencos era siempre una apuesta contra el tiempo, ya que las distancias entre los foros eran kilométricas. En un solo día, se presentaba el mismo talento en tres poblaciones distintas y únicamente tenían dos horas para llegar a la siguiente función. A esta malabarística coordinación se le denominó ‘triplete’”.
Puebleando, se hace pueblo
, decía Ignacio López Tarso en alusión a un dicho de la sabiduría popular, y es así como La Caravana recorrió hasta lugares remotos, el público era diferente siempre, no existía distinción entre los asistentes, sino más bien formaban parte de la historia propia que vivían los artistas
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La Caravana: Ídolos del pueblo se podrá visitar del 23 de junio al 20 de agosto, de martes a jueves, en un horario de 11 a 18 horas y de viernes a domingo de 11 a 19 horas en el MNCP ubicado en avenida Hidalgo 289, Del Carmen, Coyoacán.