La cancelación de 35 normas oficiales mexicanas (NOM) relacionadas con temas de salud se realizará conforme se tengan los nuevos instrumentos regulatorios, los cuales serán más flexibles, con mayor control y abiertos para todos los interesados. La medida anunciada el pasado 1 de junio en el Diario Oficial de la Federación no significa que se cancelan los estándares de atención. Los derechos de las personas a los servicios médicos y de prevención están “muy bien definidos”, afirmó Ruy López Ridaura, director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece).
Señaló que las NOM “tienen una serie de tropiezos para su actualización”. Lo que se busca con el cambio es mejorar y utilizar estándares de calidad.
En breve entrevista al término de la presentación de resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022, el funcionario comentó que existen “muchas opciones” a las NOM, las cuales se van a presentar y analizar en el comité de normalización a fin de seleccionar lo que mejor responda a las necesidades del país.
Dijo que se contará con rutas críticas, las cuales van a condicionar los tiempos en los que se podrá ir cancelando cada una de las NOM. El objetivo es transformar el aparato normativo; por eso no se plantearon como modificaciones y de ninguna manera significa que se cancelen derechos.
López Ridaura enfatizó que el sistema de salud requiere de nuevos instrumentos, flexibles, blindados contra los conflictos de interés y mucho más integrales. En las condiciones actuales, abundó, “tenemos tantas normas que desintegran muchos de nuestros servicios”.