A un año del asesinato de los dos sacerdotes jesuitas y un guía turistico en el interior de la iglesia de Cerocahui, en el municipio serrano de Urique, la Secretaría de Seguridad Pública de Chihuahua informó que ha logrado desarticular la gavilla de José Noriel Portillo Gil “El Chueco”, autor material de los homicidios que nunca fue arrestado porque murió en un presunto ajuste de cuentas de narcotraficantes, el 22 de marzo pasado, y su cadáver fue localizado en el municipio de Choix, Sinaloa.
Además, este lunes, en la víspera del aniversario luctuoso de los jesuitas, la comunidad religiosa de Cerocahui realizó una caravana de la memoria, que recorrió 80 kilómetros, desde el lugar conocido como Pito Real, en la carretera que conduce hacia el mirador del Parque Nacional Barrancas del Cobre, pasando por San Rafael, Bahuichivo para terminar en el lugar conocido como Las Cruces, a la entrada de Cerocahui, donde el año pasado fueron encontrados los cuerpos de los dos sacerdotes asesinados.
Alrededor de cien personas, la mayoría religiosos e indígenas rarámuri de Urique, participaron en la caravana, transportados a bordo de camionetas y automóviles, bajo vigilancia de policías de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y agentes de la Guardia Nacional.
En Las Cruces, a la entrada de Cerocahui, llevaron a cabo un homenaje a los finados jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, con un ritual religioso rarámuri que incluyó rezos y baile de pascolas.
En una conferencia de prensa este lunes, Gilberto Loya Chavéz, secretario de Seguridad Pública estatal, informó que suman 37 los detenidos que trabajaban directamente en la estructura criminal de El Chueco, resultado del despliegue policiaco posterior al homicidio de los sacerdotes.
“Son 37 detenidos, casi 40, desde su primo que fue el primero que se aseguró, quien incluso tenía armas de la policía municipal de Urique, y también arrestamos a su segundo al mando, apodado El Shakira”.
Respecto a la muerte de José Noriel Portillo, el funcionario comentó que “yo estimo que su gavilla, ya su estructura criminal fue prácticamente erradicada, no dudamos que otro grupo criminal quiera entrar en esa zona (Urique), tal vez del mismo cártel para el que trabajaba El Chueco, pero estamos trabajando en la inteligencia para evitar que suceda”.
El jefe policiaco destacó que “hoy, un año después de los hechos, se respira un ambiente totalmente diferente en Cerocahui”.
“La parte más importante es cuando vas allá, y más hoy, se ve un ambiente muy distinto; ahora se ve a la gente estar en la calle, puedes ver a los niños correr; el año pasado yo creí que ahí en Cerocahui no había niños, sin embargo hoy vemos un Cerocahui distinto, con mucha gente en la calle, conviviendo”.
El 20 de junio del año 2022, el guía de turistas Pedro Eliodoro Palma interactuó con El Chueco y posteriormente fue privado de la libertad, después Pedro escapó y buscó refugió en el templo de San Francisco Javier, en Cerocahui, donde fue auxiliado por los religiosos Javier Campos y Joaquín César Mora, finalmente, los tres fueron asesinados por disparos de proyectil de arma de fuego, a manos del mencionado líder criminal, que se llevó los cadáveres y los abandonó en la entrada del pueblo dos días después.
José Noriel Portillo Gil “El Chueco” era buscado por la Fiscalía estatal de Chihuahua debido a su responsabilidad en el asesinato de los jesuitas, del guía turistico y de otro civil vecino de Cerocahui, también aparecía como responsable de al menos otros dos asesinatos de alto impacto: el de un profesor estadounidense que asesinó en octubre 2018, y el homicidio de un activista de derechos humanos en el año 2019; desde el año 2018 había una orden de captura en su contra, la cual nunca se cumplimentó.
La Fiscalía de Chihuahua ofreció una recompensa de hasta 5 millones de pesos, a quien aportara información para la captura de “El Chueco”, debido a su responsabilidad en el asesinato de los sacerdotes jesuitas y de dos civiles en Cerocahui, también aparecía como responsable de al menos otros dos asesinatos de alto impacto: el de un turista estadounidense que asesinó en octubre 2018, y el homicidio de un activista de derechos humanos en el año 2019; desde el año 2018 había una orden de captura en su contra, pero nunca se concretó su detención.
El cadáver de “El Chueco” fue localizado el 22 de marzo pasado, en el municipio de Choix, Sinaloa, con un impacto de arma de fuego en la cabeza y en el lugar donde se le encontró había 16 cartuchos percutidos de rifle AR-15, resultado de un supuesto ajuste de cuentas de narcotraficantes.
Respecto a la ejecución y muerte de José Noriel Portillo en Choix, Sinaloa, la gobernadora de Chihuahua María Eugenia Campos Galván, la calificó como un resultado de los operativos policiacos de su administración y del gobierno federal en la región serrana de Urique, “más allá de méritos y medallas”.
Campos Galván defendió que el despliegue de elementos de la Fiscalía estatal, Guardia Nacional, Ejército Mexicano y de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, para disminuir la tala clandestina, eliminar la extorsión a proveedores de compañías mineras y la venta ilegal de cerveza, después del asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora el 20 de junio del año pasado, “impactaron de manera significativa a su organización criminal, obligándolo a reducir su campo de acción y trasladarse al estado vecino (Sinaloa)”.