Ciudad de México. Cualquier boxeador que sea elegido como rival por Saúl “Canelo” Álvarez puede sentirse el más afortunado. No sólo por la oportunidad estrictamente deportiva, sino por la posibilidad de cambiar el rumbo de su vida, por eso todos quieren ser el próximo contendiente del mexicano, afirma el presidente del Consejo Mundial de Boxeo, Mauricio Sulaimán.
“Pelear contra Canelo es como sacarse la lotería”, describe Sulaimán; “en términos financieros le cambia la vida a sus rivales, por eso hay mucha pugna por quién será el rival y todos quieren pelear contra Saúl”.
Badou Jack, campeón de peso crucero por el CMB, exclamó que Canelo quería dejarlo en una situación de desventaja y con para poder enfrentarlo. Entre las condiciones, dijo el monarca nacido en Suecia, que pedía pelear en un peso menor a la división y con reservas para la rehidratación tras cumplir con la báscula. Esa fue la razón por la que no aceptó enfrentar al mexicano y exigió que entonces peleé contra el verdadero rival a vencer: David Benavidez.
“Lo dice porque no pudo cerrar su pelea”, comenta Sulaimán, quien opina que el promotor Eddie Hearn también minimizó una posible pelea contra Jermall Charlo, pues no es un boxeador que tenga firmado el empresario británico.
“Si Eddie Hearn tuviera a Charlo firmado sería la pelea más competitiva, según su punto de vista”, relativiza Sulaimán; “habla sólo por sus intereses, esa es la realidad del negocio del deporte. Charlo es un peleador invicto que le ha ganado a los mejores y tachar su inactividad en el cuadrilátero, después de que ha pasado por problemas de salud mental, me parece hasta irresponsable. Ese combate sería maravilloso porque recordaría el de Julio César Chávez contra Meldrick Taylor”.