Comuneros y brigadistas de San Miguel Topilejo, en Tlalpan, bloquearon durante cinco horas ambos sentidos de la autopista México-Cuernavaca, a la altura del kilómetro 31, y la carretera federal a fin de exigir a las autoridades federales y locales acciones contundentes contra la tala ilegal, al asegurar que se comete a plena luz del día por talamontes y sujetos armados que derriban y sacan troncos en camionetas de 3.5 toneladas rumbo Huitzilac, Morelos.
Aseguraron que han presentado 207 denuncias y oficios; sin embargo, cuando obtienen alguna respuesta se ha limitado a acciones protocolarias sin resultados reales y mucho menos eficaces
.
A las 9 de la mañana, los comuneros –que tuvieron el apoyo de habitantes de Xochimilco, Milpa Alta y del estado de México– colocaron llantas, palos y piedras para cerrar ambos sentidos de las vialidades, lo que provocó un severo caos vehicular desde la caseta de Tlalpan, pasando por Parres, El Capulín y hasta Tres Marías.
Los activistas precisaron que solicitaron a la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural presencia en las casetas de vigilancia de la zona conocida como Cerro Pelado, porque desde ahí se ve todo
, pero hasta el momento no hay respuesta.
Agregaron que en algunas ocasiones los efectivos de la Guardia Nacional no acuden a los llamados de emergencia; en contraste, cuando realizan detenciones nada pasa, porque dicen que ya dejaron libres a 30 talamontes.
Antes, al verse descubiertos, huían, pero ahora disparan a los comuneros, señalaron, y recordaron que en noviembre del año pasado hirieron a un habitante.
Los manifestantes tenían previsto levantar el bloqueo a las 17 horas, pero lo hicieron a las 2 de la tarde tras la firma de una minuta en la que se convino la asistencia del nuevo jefe de Gobierno, Martí Batres, así como autoridades federales para suscribir un acuerdo.
El subsecretario de Gobierno, Ricardo Ruiz Suárez, informó que se acordó con los manifestantes de la zona Bosque de Agua el despliegue de policías y de la Guardia Nacional donde la comunidad ha detectado la sustracción de madera y aserraderos clandestinos.
El funcionario encabezó las negociaciones y dijo que se establecerá una mesa de diálogo con las secretarías de Gobernación y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como otras dependencias federales.
Según los comuneros, los taladores son de los estados de México y Morelos, en particular de Huitzilac, por lo que tiene que intervenir la Secretaría de Gobernación a fin de convocar a autoridades de ambas entidades para coordinar acciones; en tanto, ayer mismo un centenar de policías capitalinos con cinco efectivos de la Guardia Nacional entraron a la zona.
Habitantes de Huitzilac apoyaron en redes sociales la protesta contra la tala ilegal y la exigencia de más operativos. Este poblado también padece la incursión de talamontes en sus áreas naturales protegidas.