Desde 1991 los productores de trigo de Sonora no tenían, como ahora, las cosechas en sus bodegas, sin precio y sin destino. Hay alrededor 1.2 millones de toneladas sin comercializarse, debido a que se les ofrece un precio por debajo de sus costos de producción y no hay interlocución con el gobierno federal. Tras la protesta del 6 de junio frente a Palacio Nacional, se les informó que el presidente no los recibirá y el secretario de Gobernación, deja su cargo, sostuvo Alvaro Bours Cabrera de la Asociación de Organismos de Agricultores del Sur de Sonora.
Agregó que el gobierno federal incumple con la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, que establece en el artículo 133 que procurará apoyos para compensar contingencias de mercado. La semana próxima definirán los siguientes pasos que adoptarán los productores, ante la falta de solución a los bajos precios que se ofrecen por sus cosechas, dijo en entrevista.
Explicó que los productores de trigo Sonora producen medio millón de trigo panificable, de éste no debería haber problema, pues aunque no es el precio deseado, suma los 7 mil 450 pesos por tonelada, con los precios de referencia de la industria de 4 mil 900 más los 2 mil pesos de Segalmex, los 350 pesos de la industria de inducción y 200 de cobertura, y para este grano lo que se pide es que no se ponga un tope a la producción para acceder a este esquema.
También hay una producción de 1.5 millones de toneladas de trigo cristalino, de los cuales la industria en la entidad consume 350 mil toneladas, y quedan 1.2 millones a la deriva, al precio de bolsa de Chicago o se tendría que ir al al sector pecuario o a exportación, con un precio de 5 mil 400, lo cual es mucho menor a los costos de operación. En este caso se piden 8 mil pesos por tonelada, indicó.
Recordó que el gobierno, tras la entrada en vigor en 1994 del Tratado de Libre Comercio, estableció una política para equiparar a los productores con los de Estados Unidos, que reciben altos subsidios, y se estableció la agricultura por contrato con Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca), era “un esquema perfecto, porque daba confianza al productor y al consumidor, se dieron coberturas, y funcionaba con 8 mil millones de pesos. Daba certidumbre a la producción de trigo, maíz y sorgo”.
Tan sólo este año, “con el gobierno que desapareció todo, para 2 millones de toneladas de maíz que van a comprar Segalmex en Sinaloa se van a gastar 13 mil millones de pesos y no van a solucionar el problema de fondo”, señaló.