Ciudad de México. La inflación en México ya está claramente a la baja luego de alcanzar el año pasado sus niveles máximos en las últimas dos décadas. Por lo que resta del año, dicho indicador disminuirá de forma más profunda, hasta alcanzar un nivel de 4.6 por ciento, afirmó Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México.
“En México el proceso de desinflación ya está en marcha. En buena medida, la inflación en México está explicada por la inflación global, no tanto por excesos fiscales o una presión fuerte en la demanda agregada. Somos una economía muy abierta y era difícil pensar que podíamos tener a nuestro principal socio comercial –Estados Unidos– con una inflación de 9 por ciento y aquí no.”
Al presentar el informe Situación México, Serrano detalló que lo que el banco observa es que la inflación general ya dejó atrás su punto más alto (8.7 por ciento en septiembre de 2022) y ahora se ubica por debajo de 6 por ciento y tanto la subyacente como la no subyacente tienen una tendencia a la baja.
“En la subyacente las mercancías están a la baja, aunque los servicios no, pero se están desacelerando… Claramente es una inflación más alta que la de la década pasada, sí, pero ya estamos con una inflación en mercancías por debajo del año pasado y los servicios igual y se seguirá desacelerando.”
El economista de BBVA apuntó que la tendencia del indicador en los últimos tres meses está “a la baja y eso nos hace pensar que va a seguir descendiendo… Coincidimos con el Banco de México (BdeM) en que la inflación disminuirá”.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer el viernes de la semana pasada que la inflación en mayo se situó en 5.84 por ciento, su menor nivel en los últimos 21 meses.
Por lo anterior, BBVA anticipa que el indicador terminará 2023 en 4.6 por ciento y para el segundo trimestre de 2024 ya esté en 4 por ciento, es decir, en el rango que estipula el BdeM, que es de 3 por ciento, con un punto porcentual más alto o más bajo.
BdeM se desliga de la Fed
Como la inflación ya da señales de ir a la baja, explicó Serrano, el banco central está listo para desligarse
de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés), es decir, que no tome las mismas decisiones de política monetaria que el banco central de Estados Unidos.
En este sentido, agregó el economista, es de esperar que el BdeM haga dos recortes de un cuarto de punto porcentual, uno en noviembre y otro en diciembre, o uno de medio punto para finales de año, con lo cual, la tasa de referencia se ubicaría en 10.75 por ciento.
“Ya terminó el ciclo de subidas del BdeM, la tasa está en 11.25 por ciento y se mantendrá así por un tiempo, pero eso es independiente de lo que haga la Fed, el BdeM ya se desligó… aun cuando la Fed suba su tasa el Banco de México no lo hará”, comentó.