Después de que el PRI se llevó “carro completo” en las elecciones de ayer para el gobierno y congreso locales, el gobernador Miguel Riquelme dijo que la entidad está en paz y llamó a “la unidad, estabilidad y equilibrio”.
En conferencia de prensa, dijo que los incidentes durante los comicios “fueron menores” y no afectan ni resultado ni procedimiento electoral. Reconoció el trabajo de policías estatales y locales que, sostuvo, trabajaron ayer en equipo con Ejército y Guardia Nacional, lo que “nos permitió blindar al estado de influencias externas ajenas al proceso electoral”.
Morena ha denunciado la detención de militantes y colaboradores. Hasta ayer, por lo menos 32.
“Sin lugar tener a dudas, vamos a tener consecuencias, porque una cosa son los dimes y diretes al calor del proceso electoral, y otra cosa son afirmaciones y acusaciones sin sustento, que manchan la imagen de una corporación o elementos de la misma”, afirmó Riquelme.
Agregó que la “intromisión de agentes externos a la entidad fue la prueba de la antidemocracia en nuestro país; la intromisión del crimen organizado en algunos estados de la República, fue la mancha al interior de nuestra democracia”.
Felicitó a Manolo Jiménez Salinas, virtual candidato ganador, así como a los 16 priístas que triunfaron para el Congreso local. Y aprovechó para reconocer “el esfuerzo, valentía y honorabilidad” de Alejandra del Moral por reconocer, anoche, que el resultado no le fue favorable.
El gobernador resaltó que a las urnas acudió más de 56 por ciento del padrón electoral y “quedó de manifiesto el derecho libre al voto”.
El proceso ya pasó, añadió, “no vamos a estar peleando, sino trabajando. Coahuila es un estado seguro y los inversionistas pueden tener la confianza y apostando a la entidad”.
Consideró que ninguno de los candidatos a los que Jimenez Salinas invitó a unirse a su gobierno “vayan a jalar”.
Dijo que en su caso, “siempre tratéde no estorbar al partido y hacer mi trabajo. No sé si se vea reflejado o no en los resultados”.