Cuernavaca, Mor., Las obras de Vladímir Kibálchich Rusakov, conocido como Vlady, tienen dueño, así como un sitio al cual llegar en Cuernavaca y está perfectamente integrada, declararon Carlo y Alberto Poletti en entrevista, después de que se dio a conocer que el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) no tiene en su poder las 4 mil 600 obras que el muralista, pintor y grabador donó en 2004 al pueblo de México.
Los responsables del manejo del acervo en posesión de Carlos Díaz, sobrino de Vlady, aseguran que nunca se concretó esa donación
porque el artista se desistió. Cuando surgió la idea de la cesión, se hizo a Sari Bermúdez, entonces titular del extinto Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la petición especial de que las piezas permanecieran juntas y se hiciera un museo. “Al no darle ese beneficio, este compromiso con su obra, al verse totalmente sofocada la idea, Vlady desiste” porque iban a desfigurar la colección, explicaron.
Después de la muerte del pintor de la generación de la Ruptura, vienen todos los dimes y diretes
. En 2010 muere Isabel Díaz, su viuda, y quien es el heredero universal es Carlos Díaz y notarialmente hay un testamento que lo sustenta.
Pasan los años, de repente aparece un contrato, vienen ciertas personas representantes de algunas instituciones, con documentos apócrifos
, acusaron. En un ambiente de discordia, en esta oportunidad quisieron tomar ventaja para apoderarse del acervo
.
Sin embargo, de acuerdo con la respuesta a la solicitud de este diario, Víctor Antonio Pérez, titular de la Unidad de Transparencia del Inbal, informó que dicho instituto adquirió mediante la figura jurídica de donación de obras de Vlady, con la celebración de un contrato entre el organismo federal y el artista, así como su esposa, Isabel Díaz Fabela, en carácter de donantes. El proceso de formalización de dicho acto concluyó con la firma del instrumento jurídico correspondiente
, contestó en el documento oficial.
Alberto y Carlo Poletti, padre e hijo, recibieron a este diario en el Museo Cassa Gaia, un espacio que abrió recientemente sus puertas en el centro histórico de Cuernavaca. La que fuera la residencia del comediante Mario Moreno Cantinflas, ahora convertida en museo, exhibe cinco obras de Vlady, muestra de la colaboración de este espacio cultural con los Poletti, apoderados de las piezas del artista de origen ruso en posesión de Carlos Díaz, sobrino de Isabel.
Al entrar a la magnífica casa, frente a la alberca con un mural de mosaicos de la diosa Gaia que elaboró Diego Rivera, yace a los pies de un árbol una máscara de Víctor Serge, socialista, revolucionario, escritor ruso y padre de Vlady. Se trata de una escultura de Isabel Díaz, esposa de uno de los artistas más prolíficos y dedicados a la exploración de técnicas.
Somos expertos en cuestiones de arte
, se presentaron los responsables a cargo del cuantioso acervo de Vlady, quienes relataron que la familia Díaz se acercó a ellos para el proceso de investigación y catalogación, siempre con la idea de exponer y que se conozca cada vez más sobre la iconografía y la forma de creación de este gran artista, tan innovador, prolífero, su historia desgarradora, de una metamorfosis de cambios políticos y sociales que se ven muy reflejados en su forma de crear y de pensar
.
Respondieron: “No somos apoderados legales, sino representantes de toda la obra artística que la familia Díaz tiene en su poder; algunas de las funciones, además del estudio pormenorizado, hacen manejo de imagen, relación con instituciones y difusión.
En tono jubiloso dieron la primicia de que Carlo Poletti prepara un libro con parte de la investigación sobre la obra de Vlady, que contiene algo de su correspondencia.
Los Poletti son una familia consagrada por cuatro generaciones al comercio de libros, narran durante la charla. Después de la dedicación a una librería en la calle de Donceles, Alberto Poletti se mudó desde hace 16 años a la capital morelense, donde prepara la pronta apertura de una nueva Casa Poletti, dedicada a vender libros, antigüedades y artes, además de ofrecer un foro para artistas y poetas.
Comentaron que después de leer la información publicada por La Jornada el pasado 10 de mayo (https://www.jornada.com.mx/notas /2023/05/10/cultura/el-inbal-no-ha-recibido-la-obra-que-vlady-dono-al -pueblo-de-mexico/) “nos interesa aclarar muchos puntos. Ahora es una bola de nieve, que está repleta de desinformación.
Hay cierta nebulosidad respecto a la obra del maestro. Es importantísimo dejar claro porque hemos trabajado por cuatro años con la obra, conocemos bastante bien el acervo. Ahora que se hizo la gran exposición en San Ildefonso fuimos pieza clave en gestionar el transporte de las piezas
, aseguraron los Poletti, nosotros apegados al arte y la cultura
.
Agregaron que hay una excelente relación con Eduardo Vázquez, director del Antiguo Colegio de San Ildefonso, donde se realizó la magna exposición retrospectiva Revolución y disidencia, donde Carlos Díaz prestó medio centenar de obras de su colección y que culminó el pasado 30 de abril, por lo que se espera devuelvan las piezas y las envíen a Cuernavaca. Al respecto, aseguraron que hay un contrato muy categórico, no hay gato encerrado. Eso de chismes son puras mafufadas
.
Después de que se expresó la preocupación por el destino de las valiosas piezas, aseguraron que hay un lugar adecuado para recibirlas, concluido el mural monumental Xerxes, así como el óleo Despertar de las estatuas de sal, por mencionar algunos de los más destacados por su gran tamaño. El espacio se dará a conocer, así como las próximas exposiciones. Y remarcaron: nada está a la venta
.
La propuesta es que va a seguir viajando la obra, nuestra intención es que se exponga en los mejores museos de México
.