Credit Suisse elevó su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana de 1.5 por ciento a 2.3 por ciento para este año. Destacó que los primeros tres meses de 2023 la actividad fue “mucho más fuerte de lo esperado” y, aún debilitándose el consumo privado y la inversión en el corto plazo, no se estima una recesión. “La fortaleza del peso, junto con las fuertes entradas de inversión extranjera, dice mucho sobre la visión constructiva que tiene el mercado hacia México”, agregó.
El país es “uno de los pocos países emergentes grandes con grado de inversión, con una postura fiscal estricta, un banco central creíble e independiente, una economía que sigue funcionando y una narrativa global que atrae inversiones”, explicó la institución financiera en un reporte a inversionistas, realizado por Alberto Rojas, economista para mercados emergentes de Credit Suisse.
Contrastó: “¿Hay problemas? Sí, como en cualquier otro lugar. Se han producido desencuentros entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, la violencia y la delincuencia continúan obstaculizando la vida cotidiana de ciudadanos y empresas, Petróleos Mexicanos (Pemex) sigue mostrando problemas financieros y algunos proyectos de infraestructura del gobierno de Andrés Manuel López Obrador han sido profundamente cuestionados por el sector privado”.
Una vez consignados los riesgos al alza y a la baja para el crecimiento, Credit Suisse calificó como “impresionante” que, pese a “las preocupaciones sobre la erosión institucional y la confianza empresarial contenida”, la economía mexicana sigue creciendo y mantiene su marco macroeconómico. Incluso el producto interno bruto (PIB) nominal de México equivale a 79 por ciento del de Brasil, siendo que en 2013 era la mitad, agregó.
La institución financiera, también contrario al consenso de mercado, espera que en noviembre el Banco de México empiece a reducir su tasa, pese a que el mismo organismo central ha advertido que la referencia debe permanecer en su nivel actual (11.25 por ciento) durante un “período prolongado”. Credit Suisse prevé que la inflación terminará 2023 en 4.8 por ciento.
“Hay pocas razones para mantener la postura política demasiado estricta si las expectativas de inflación bajan”, consideró Credit Suisse. Reportó que los más recientes informes sobre el índice nacional de precios al consumidor exhiben una normalización en los costos de los alimentos, una caída en los del gas licuado, así como menores presiones en insumos agrícolas clave.
Con esa tendencia advierte que a fines de 2024 la inflación llegue a 3.3 por ciento, dentro del rango objetivo del Banco de México (3 por ciento ± un punto porcentual); mientras la previsión para el PIB de ese año pasó de 2 a 1.7 por ciento, el ajuste se debe a la base de comparación (el avance de 2023).
El banco destaca que en el frente fiscal, la administración de López Obrador “ha sorprendido una y otra vez al mercado con su enfoque conservador de los gastos del gobierno”; y así se estima que siga el año y medio que resta, sin riesgos para un deterioro en la calificación soberana.
“En resumen, el crecimiento es bastante bueno, la inflación está bajando, existe la probabilidad de recortes de tasas antes de fin de año y hay pocas preocupaciones con respecto a las métricas fiscales y externas. En general, las métricas macro clásicas muestran estabilidad”.
“¿Cuáles son los riesgos? Bueno, el potencial de una recesión global, los pasivos contingentes de Pemex y una futura administración en 2024 que puede o no tomar decisiones negativas desde el punto de vista del mercado. Por ahora, sin embargo, nos parece que la economía va bastante bien”, concluyó.