La diputada local por el partido Morena Luz María Hernández Bermúdez organizó un foro en la colonia Valle de Aragón del municipio de Ecatepec, en el cual la legisladora afirmó ante los ponentes, Jorge Retana Yarto, Víctor Manuel Pérez Hernández y Carlos Vera Cabrera, que la actual crisis por el abasto de agua constituye una preocupación apremiante, que afecta al estado de México y arriesga “nuestra seguridad nacional”.

Hernández Bermúdez consideró que el agua, “fuente de vida y recurso vital, es una necesidad básica para el desarrollo humano, la agricultura, la industria y la preservación del medio ambiente. Lamentablemente, estamos enfrentando desafíos significativos en este aspecto, y es imperativo que tomemos medidas urgentes y efectivas para abordar esta situación”.

Líderes comunitarios y ciudadanas de diversos municipios de la entidad mexiquense figuraron entre los asistentes, y tomaron conciencia de que siendo el estado de México la entidad más poblada y desarrollada de nuestro país, enfrenta una creciente demanda de agua. “Sin embargo, la oferta de agua dulce es limitada y estamos agotando nuestros recursos hídricos a un ritmo alarmante. La falta de una gestión adecuada del agua, la contaminación de fuentes superficiales y subterráneas, y la sobreexplotación de acuíferos han exacerbado esta situación, poniendo en peligro la disponibilidad y calidad del agua para nuestras comunidades”, apuntó la diputada morenista.

Al momento, la Organización de Naciones Unidas estima que para 2050, el 25 por ciento de la población deberá sobrevivir sin agua limpia, potable. “La escasez afecta ya a cuatro de cada 10 personas en el planeta. Por lo anterior, el agua debe considerarse en México un tema de Seguridad Nacional y es imperativo que se inscriba en la Constitución. Cualquier otra cosa, es insuficiente de cara al futuro. En esto no puede ser primero el capital privado y el mercado”, expuso Luz María Hernández.

México ha tenido y tiene distintas amenazas a su riqueza hídrica, especialmente la ubicada en el norte de la República: Estados Unidos, a través de distintos acuerdos, ha logrado controlar prácticamente las dos terceras partes de los afluentes de la riqueza contenida en tres ríos que cruzan nuestra frontera: el Bravo, el Colorado y el Tijuana.

El último avance que tuvieron fue en el gobierno de Vicente Fox, cuando lograron un acuerdo muy favorable mediante el Acta 307 en el seno de la Comisión Internacional de Límites y Aguas firmada el 16 de agosto de 2001. Estados Unidos reclamó y obtuvo 740 millones de metros cúbicos (m3), pero se le adeudaban en forma concreta 453 millones de m3.

Adicionalmente los ex presidentes Fox y Enrique Peña Nieto introdujeron reformas a la ley de aguas nacionales. Este último, mediante la firma de 10 decretos en los cuales se pasa de un régimen de veda en 300 cuencas hidrológicas en el país, que equivalen al 55 por ciento de los ríos y lagos de México, a otro de reservas, es decir, una parte de esos afluentes podrán extraerse y otra podrá concesionarse.

“Entre las prioridades del nuevo gobierno del estado de México, debe considerarse integrar una agenda de prioridades respecto al agua en la entidad, considerándola un tema de seguridad nacional; cambios en ordenamientos secundarios sobre nuevos desarrollos habitacionales y concesiones de explotación comercial de algún tipo; integración de un fondo de recursos financieros emergentes para atender las redes de infraestructura de mayor vulnerabilidad en los municipios más amenazados con la escasez. Instruir a los próximos legisladores de la entidad para que diseñen iniciativas de ley que reviertan la cancelación de regiones y zonas de veda, y que tengan en reserva nuevas concesiones de explotación comercial”, acotó Hernández Bermúdez.

La ex presidenta estatal de Morena aseguró que ante esta situación, “es imperativo que tomemos medidas concretas para abordar la crisis del agua en el estado de México y garantizar nuestra seguridad nacional. Esto requiere una acción coordinada entre el gobierno, las autoridades locales, el sector privado y la sociedad en su conjunto.

“En primer lugar, debemos fortalecer la gobernanza del agua, promoviendo una gestión integral y sostenible de nuestros recursos hídricos. Esto implica invertir en infraestructuras adecuadas para la captación, almacenamiento y distribución de agua, así como en la implementación de políticas de conservación y uso eficiente del recurso.

“Además, es fundamental fomentar la conciencia ambiental y la participación ciudadana en la protección y preservación del agua. Esto puede lograrse a través de campañas educativas, programas de capacitación y la promoción de buenas prácticas en el consumo y la conservación del agua.

“Asimismo, debemos impulsar la investigación y la innovación en tecnologías que permitan el tratamiento y reutilización del agua, así como la desalinización de fuentes alternativas. Esto nos brindará opciones adicionales para garantizar un suministro adecuado de agua en tiempos de escasez”, concluyó.