Ámsterdam. Países Bajos se dispone a desarrollar una profunda reforma de su sistema privado de pensiones, el mayor de Europa con 1.45 billones de euros (1.6 billones de dólares), en la que los fondos abandonarán la promesa de prestaciones garantizadas para intentar contener los costos.
Tras años de debates, el Senado neerlandés dio el martes su aprobación definitiva al cambio a un sistema de “cotizaciones definidas”, que según sus defensores dará mejores resultados, aunque sus detractores han advertido de los riesgos adicionales que introduce.
Tradicionalmente, los trabajadores y empresarios neerlandeses cotizan a fondos de pensiones privados que prometen una pensión final a un nivel específico, un ejemplo cada vez menos frecuente de sistema de “prestaciones definidas”. Junto con un sistema de pensiones estatal, esto ha permitido a los trabajadores neerlandeses conservar la mayor parte de sus ingresos cuando se jubilan.
El sistema neerlandés se ha considerado un modelo, pero en los últimos años ha tenido problemas. Las tasas de interés y las primas eran demasiado bajas para permitir a los fondos compensar la inflación, y se cernía sobre ellos la amenaza de recortes en las prestaciones.
El deterioro de los índices de cobertura también provocó debates sobre quién tenía qué derechos sobre el fondo colectivo, ya que los pensionistas presionaban para que se indexara a la inflación, mientras que los trabajadores advertían de que eso perjudicaría a sus prestaciones futuras.
Con las nuevas normas, los cerca de 180 fondos de pensiones neerlandeses especificarán a los trabajadores y pensionistas qué parte del fondo colectivo les corresponde realmente y qué prestaciones pueden esperar de forma realista.
El nuevo sistema también facilitará que los fondos aumenten los pagos cuando las inversiones vayan bien y los reduzcan cuando los mercados caigan.
No obstante, se crearán mecanismos de solidaridad para suavizar el efecto de los años malos en las inversiones y garantizar que los pensionistas sigan recibiendo su pensión mientras vivan.
Los fondos tendrán que aplicar las nuevas normas antes de 2028.