Ginebra. Las modificaciones rápidas y a veces irreversibles de la criósfera, la superficie de la Tierra donde hay agua en estado sólido, necesita una coordinación internacional urgente para atajar las consecuencias del cambio climático, advirtió Naciones Unidas este martes.
El análisis de los cambios en la criósfera será una de las "principales prioridades" de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), según una resolución aprobada por unanimidad por los países miembros, indicó Clare Nullis, una portavoz del organismo.
La resolución fue aprobada durante el congreso de la OMM, que empezó el 22 de mayo en Ginebra y concluirá el 2 de junio. Durante la cita, los mayores especialistas de meteorología del mundo elegirán un nuevo secretario general de la organización y discutirán de los efectos del cambio climático.
La decisión de aprobar la resolución se tomó al ver los "impactos cada vez más grandes de la disminución de la banquisa, del deshielo de los glaciares, de los casquetes de hielo, del permafrost y de la nieve en la subida del nivel del mar", explicó.
La resolución llama a una mejor coordinación de las observaciones y de las previsiones, y pide mejorar el intercambio de datos.
"El tema de la criósfera no sólo es un tema candente en el Ártico o en la Antártida, es también un problema mundial", subrayó el secretario general de la OMM, el finlandés Petteri Taalas, en un comunicado.
"Necesitamos más vigilancia para monitorear la amplitud y la rapidez del cambio. Y debemos reflexionar seriamente sobre la gestión de los recursos de agua", insistió Nullis, por su parte.