Brasilia. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió este lunes con honores en Brasilia a su par venezolano, Nicolás Maduro y juntos anunciaron el inicio de una "nueva época" en la relación entre sus países y a nivel regional.
"Venezuela siempre ha sido un socio excepcional para Brasil. Pero debido a las contingencias políticas y a los equívocos, el presidente Maduro pasó ocho años sin venir a Brasil", dijo Lula en una rueda de prensa después de una reunión en el palacio de Planalto, sede de la presidencia.
Maduro, que había visitado Brasil por última vez en 2015, llegó el domingo a la capital brasileña para participar de una reunión el martes junto a los demás gobernantes de Suramérica, convocada por Lula.
"Es el inicio del regreso de Maduro" al plano regional, y el encuentro con los demás líderes será "la vuelta de la integración de América del Sur", añadió Lula, definiendo el momento de "histórico".
"Hoy se abre una nueva época en las relaciones entre nuestros países, entre nuestros pueblos", dijo a su lado el líder venezolano.
Lula, que regresó al poder en enero para un tercer mandato, retomó los lazos diplomáticos con el gobierno de Maduro, que había sido desconocido por el exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).
Los líderes mantuvieron primero una reunión privada, luego con sus comitivas, antes de dirigirse a un almuerzo en la sede de la cancillería, el Palacio de Itamaraty.
Críticas a Guaidó
Brasil y Venezuela rompieron relaciones en 2019 cuando el gobierno de Jair Bolsonaro reconoció al opositor Juan Guaidó como presidente encargado.
Lula anunció el regreso de una relación "plena" con la administración de Maduro y criticó la postura de los países europeos y de Estados Unidos de apoyar a Guaidó.
"¿Cómo un continente que consiguió ejercer la democracia de forma tan plena como cuando creó la Unión Europea, podía aceptar la idea de que un impostor fuese presidente (solo) porque no les gustaba el presidente que fue electo?", afirmó Lula.
"Espero que nunca más en la historia de Brasil tengamos que romper una relación por ignorancia", añadió.
Lula convocó a los gobernantes de Suramérica para una reunión el martes que definió de "retiro" y en la que se buscará reactivar la integración de una región con quiebres ideológicos y crisis internas.
Con la excepción de la presidenta peruana, Dina Boluarte, todos los mandatarios, una decena, confirmaron asistencia a la primera reunión regional de máximo nivel en casi una década.
Sin una agenda preestablecida y con un formato reducido -en la sala solo estarán los mandatarios, sus cancilleres y algunos asesores-, la idea del encuentro propuesto por Lula es que los países puedan discutir con franqueza los problemas comunes.
Según la cancillería brasileña, los principales objetivos son "retomar el diálogo" para buscar una "visión común" y acordar una agenda de cooperación en temas como salud, infraestructura, energía, medioambiente y combate del crimen organizado.
Y encontrar asimismo un camino para un nuevo mecanismo de integración suramericana.