Ciudad de México. En el pueblo de Xoco, el desabasto total de agua se registra cuatro días a la semana; sin embargo, algunos habitantes de la calle San Felipe pagan por el servicio que no tienen entre 6 mil y 7 mil pesos por bimestre, mientras la boleta del impuesto predial dejó de llegar en 3 mil pesos y desde que se inauguró la Torre Mítikah, que tiene 267 metros de altura y 65 pisos de oficinas y departamentos, el recibo es de 12 mil pesos, denunciaron los residentes.
En un recorrido por las estrechas calles, el presidente de la Asamblea Ciudadana del Pueblo de Xoco, Álvaro Antonio Rosales Gaddar, informó que la lucha jurídica aún no termina, porque con el proyecto Mítikah se pretende construir al menos otras cuatro torres, de las cuales tienen conocimiento que dos se edificarían en el predio de lo que fue Centro Coyoacán, cuya plaza comercial cerró en septiembre del año pasado.
Arturo Aparicio, representante legal de los pobladores, mencionó a su vez que desde noviembre del año pasado se promovió un amparo ante el juzgado décimo de distrito en materia administrativa en la Ciudad de México a fin de que se respete el derecho del pueblo a conocer y participar en el procedimiento de publicitación vecinal con miras a solicitar la licencia de demolición de Centro Coyoacán, y en su caso conocer qué es lo que se pretende construir ante la falta de transparencia por parte de la alcaldía Benito Juárez.
A decir de ambos, el complejo Mítikah incluye en las siguientes fases el predio que ocupó la institución bancaria BBVA, donde actualmente se encuentran oficinas de la Secretaría de Educación Pública.
Durante la caminata por el barrio se observó que en ese terreno –que se ubica entre avenida Universidad y la calle Puente de Xoco– laboran decenas de trabajadores que manipulan maquinaria que transporta grava y arena en diversas direcciones.
Como parte de las medidas de mitigación luego de erigir la torre Mítikah, en ese mismo predio se habilitó un parque y un pozo llamado Amado Nervo, que opera el Sistema de Aguas de la Ciudad de México; sin embargo Addy Palacios, residente del pueblo, dijo que los vecinos no tienen la llave y tampoco cuentan con agua en sus casas, pero les llega el recibo bimestral hasta en 7 mil pesos.
Por otro lado, las calles Real de Mayorazgo, Puente de Xoco y Mayorazgo de la Higuera se convirtieron en un enorme estacionamiento de vehículos y motocicletas, e incluso los distribuidores de los negocios del centro comercial se detienen en doble y hasta en triple fila, lo que ocasiona un severo caos vehicular, por lo que los residentes destinan al menos media hora en salir hacia avenida Universidad y Río Churubusco.
Otras obras de mitigación incumplidas por los dueños de Mítikah son la entrega del paradero de la ruta 1 de microbuses en la calle Real de Mayorazgo, la ampliación de la construcción del Centro de Salud –que sigue en obra– y el informe de transparencia en los recursos ejercidos tras la rehabilitación de la calle San Felipe, que se adjudican la constructora y la alcaldía Benito Júarez con recursos del presupuesto participativo.