San Cristóbal de Las Casas, Chis. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) de Chiapas aceptó implementar medidas cautelares en el ejido Nuevo Morelia, municipio de Chicomuselo, donde presuntos trabajadores de una empresa apoyados con hombres armados retiran la barita extraída de una mina.
Las medidas precautorias fueron solicitadas por Claudia Fernández Jiménez, directora general de quejas y orientación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quien pidió “la implementación de medidas precautorias o cautelares, a efecto de garantizar la protección y resguardo de la vida, integridad física y sicológica” de las autoridades y habitantes de Nueva Morelia.
“Una vez analizada su solicitud, esta Secretaría acepta las medidas precautorias o cautelares solicitadas; asimismo, se informa que se giraron instrucciones a la Policía Estatal Preventiva, a fin de que se implementen las medidas precautorias que el caso amerita”, le respondió la SSyPC, en un oficio firmado por la Comisaria Ivonne Abarca Velázquez, jefa de la Unidad de Protección y Promoción de los derechos humanos y atención a víctimas.
Las autoridades comunitarias agradecieron la implementación de las medidas cautelares y consideraron que “efectivamente debe de intervenir la Seguridad Pública, pero no sólo en Nueva Morelia, sino en todo el municipio de Chicomuselo, pues de lo contrario se corre el riesgo de enfrentamientos entre los grupos de mafiosos y las fuerzas de seguridad, quedando en medio nuestro pueblo”.
Además, señalaron, “ni la Seguridad Pública ni la Guardia Nacional se quedarán permanentemente y cuando se vayan tememos que los mafiosos regresen y arremeten contra el pueblo en Chicomuselo, donde hay una base militar y retenes de Seguridad Pública, paso obligado para sacar el mineral; es ahí donde deben de intervenir y no en Nueva Morelia”
De acuerdo con pobladores de Chicomuselo, la situación en ese lugar se tensó luego de que desde el pasado fin de semana entraron ocho camiones a retirar la barita que desde hace varios años extrajo la empresa canadiense Blackfire y dejó amontonada en terrenos de Nueva Morelia.
Según sus denuncias, hombres armados de presuntos grupos de la delincuencia los amenazaron para que no impidieran el retiro del mineral hacia la cabecera municipal.
