San Nicolás de los Garza, NL. A unas horas de que Tigres enfrente a Chivas en la final de ida de la Liga Mx, decenas de personas acuden al estadio Universitario en busca de un boleto para estar en las gradas.
Apenas el miércoles, la directiva del cuadro felino informó en redes sociales que las localidades en taquillas y el sistema de abonos estaban agotadas.
Como consecuencia, grupos revendedores se ubicaron en zonas donde suelen circular las pequeñas multitudes para ofrecer la entrada al partido con precios exorbitantes. Los tickets en zona general, que originalmente oscilaban entre 400 y 610 pesos, fueron vendidos al público en hasta 5 mil pesos, sin garantizar su legitimidad en los filtros de revisión.
“Dame ocho mil por los dos”, negociaba un revendedor, cachucha puesta y cangurera en la cintura, con un par de seguidores ataviados con la camiseta de Tigres. La oferta incluía dos boletos en la parte alta del inmueble y la condición de un pago al instante.
Conforme la hora del encuentro estaba más cerca, la demanda de entradas revendidas creció al por mayor. Lo más común en las inmediaciones del Volcán era observar el paso apresurado del público regiomontano, con el cuello extendido y buscando a lo lejos la ubicación de los revendedores. Aunque eran menor la cantidad, los tickets en zona preferente, con precio en taquillas de 770 a mil 260 pesos, se ofrecieron en siete mil pesos.