La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expresó su “profunda tristeza y condena”, por el asesinato de fray Javier García Villafaña, párroco de Capacho Michoacán, quien fue víctima de la violencia.
Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM y Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca y secretario general del organismo episcopal lamentaron la violencia existente en el país.
“Condenamos enérgicamente este acto de violencia que no solo ha arrebatado una vida, sino que también atenta contra la paz y la justicia en nuestra nación. Es un recordatorio doloroso de la grave situación que enfrentamos como sociedad, en la que la presencia del crimen organizado y la impunidad continúan amenazando la vida y la seguridad de tantos”.
Los prelados hicieron un “llamado urgente a las autoridades competentes para que realicen una investigación exhaustiva y transparente que lleve a la identificación y sanción de los responsables. No podemos permitir que este y otros actos similares queden impunes”.
Destacaron que es “fundamental que se restablezca el Estado de derecho y se garantice la seguridad de todos los ciudadanos, especialmente de aquellos que dedican su vida al servicio de los demás”.
Aseguraron que los obispos del país “seguiremos acompañando a nuestras comunidades, fortaleciendo la fe y promoviendo la justicia, la dignidad humana y el diálogo como instrumentos para la transformación social.
“Encomendamos a nuestro hermano sacerdote a la misericordia de Dios y pedimos que estos momentos, sean una semilla de un México más fraterno y solidario. Que hoy nos impulse a seguir luchando por la paz y la justicia, y a no sucumbir ante la violencia y la desesperanza”.
Expresaron su anhelo de “construir un México en el que reine el respeto a la vida y la dignidad de cada persona”.