Washington. La política exterior del presidente Joe Biden hacia Cuba, Israel e Irán ha desilusionado a progresistas en este país, pero un analista que ha ayudado a promover cambios en la política exterior de Estados Unidos enfatiza que lo más notable con la llegada del demócrata centrista a la Casa Blanca es el giro en contra la doctrina neoliberal que ha imperado durante las últimas cuatro décadas en la relaciones internacionales de Washington, algo que tiene un impacto real y potencial en América Latina y otras partes del mundo.
Sí, pienso que el distanciamiento del neoliberalismo es uno de los pasos de derechos humanos más importantes e impactantes que ha dado Biden
, explica Matthew Duss, experto visitante del influyente centro de análisis Carnegie Endowment y quien fue el asesor principal sobre asuntos de política exterior del senador democrático-socialista Bernie Sanders de 2017 a 2022.
En entrevista con La Jornada, Duss advierte que percibe a Biden como un político bastante conservador
y señala ejemplos de eso en las decisiones del presidente en no anular las sanciones adicionales que Donald Trump impuso sobre Cuba y su falta de inversión política en la diplomacia con Irán.
Pero ve diferencias notables entre los ex presidentes Barack Obama, y por supuesto Trump, y Biden. Si uno quiere comparar positivamente a Biden con Obama, vean la relación con Lula. Obama mantuvo a Lula a distancia
, explicó, recordando que Obama no invitó al presidente brasileño a la Casa Blanca cuando primero fue electo. En contraste, tan pronto que Lula ganó otra vez, Biden lo invitó a la Casa Blanca. “Biden ha entendido que si uno es serio en el apoyo a la democracia contra el autoritarismo, uno tiene que ayudar a que estos gobiernos democráticos de izquierda cumplan con sus promesas, y creo que esa es la lógica… del cambio en el tipo de temperatura hacia Lula”, comenta Duss.
En mayo, Duss publicó un ar-tículo en Foreign Policy que cita al asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, articulando este giro: Sullivan confrontó directamente las suposiciones fallidas que sostenían el orden global económico neoliberal que dominaron la política exterior durante los últimos 40 años: de que los mercados libres siempre asignan el capital de manera productiva y eficiente
, escribió. En ese discurso citado por Duss, Sullivan llama por un sistema económico internacional que funcione para los asalariados, para nuestras industrias, para nuestro clima, para nuestra seguridad nacional y trabaje para los países más pobres y vulnerables
.
Para Duss esto marca un cambio radical dejando atrás el consenso de Washington
que imperó desde Reagan hasta Clinton, Bush y Obama. Pero este giro no se produjo mágicamente.
Los orígenes del cambio
En la entrevista con La Jornada, Duss traza los orígenes de este cambio específicamente a los movimientos antineoliberales del sur global que poco después se expresarían en el norte en las magnas protestas contra la Organización Mundial de Comercio en Seattle en 1999, contra el FMI y el Banco Mundial en 2001 y 2002, y en el movimiento Ocupa Wall Street en 2011. Estas fueron protestas que se originaron en el sur global (contra el orden neoliberal) y que finalmente irrumpieron en el norte global, en un esfuerzo coordinado por los países que padecían los efectos del neoliberalismo
, explicó.
Por cierto, Bernie Sanders recogió estos mensajes antineoliberales y los introdujo a los debates presidenciales estadunidenses. Aunque Sanders estaba más enfocado en políticas económicas domésticas para favorecer a los trabajadores y los pobres, el senador y entonces candidato presidencial entiende, indicó Duss, la necesidad de una izquierda internacional para combatir el autoritarismo.
Tienes una ola de líderes ahora en América Latina que están comprometidos con demostrar que la democracia puede cumplir (con los intereses de las mayorías), y que son una alternativa a un hombre fuerte que te promete cualquier cosa
, explica Duss, quien participó en elaborar las posiciones de Sanders. Agregó que Sanders, desde 2018, ha buscado establecer relaciones con estos líderes progresistas en Brasil (se reunió con Lula cuando el presidente brasileño visitó Washington este año), Chile y Colombia, en algunos casos aun antes de que fueran electos.
Al preguntarle sobre México en este contexto, Duss comentó que los contactos con los progresistas mexicanos no han sido tan activos como con las de otros latinoamericanos. Esto, mencionó, podría ser en parte resultado de que la cobertura en los medios sobre el presidente Andrés Manuel López Obrador y sus filas, aun en los medios progresistas, no han sido tan sustanciales ni positivos como las dedicadas a Lula y otros líderes progresistas latinoamericanos.
No implica un nuevo Consenso de Washington
Esta crítica implícita del neoliberalismo por Biden, dice Duss, no implica que haya algún nuevo consenso dentro del gobierno estadunidense sobre lo que podría sustituir el llamado Consenso de Washington. En su política doméstica, Biden ha abogado a favor de una política industrial, inversiones para abordar el cambio climático y reformas fiscales para obtener más impuestos de los más ricos con el propósito de financiar programas para los pobres y la clase media.
Pero a nivel internacional, Duss advierte en su artículo que hay un concurso para ver cuál será el próximo paradigma para la política exterior estadunidense
. Agrega que este es el trabajo que todos tenemos que hacer no sólo como gobierno, sino con cada elemento de Estados Unidos, y con el apoyo y asistencia de socios tanto dentro como fuera de los gobiernos alrededor del mundo
.