El gasto en protección social por habitante en México ha visto un incremento de 34 por ciento durante la actual administración, aseguró el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O.
Ese recurso destinado a atender a población en edad avanzada, desempleo, vivienda y demás rezagos en materia de pobreza y desigualdad era de 8 mil 700 pesos per cápita durante 2018 y pasó a 11 mil 700 el año pasado, según lo informado por el funcionario federal.
Durante la inauguración de la 32 convención de la Asociación Mexicana de Instituciones de Finanzas (AMIS), Ramírez de la O aseguró que en un entorno internacional marcado por “retos globales”, la economía mexicana alcanzó un piso de crecimiento para todo el año de al menos 2.3 por ciento.
“Si ya no pasan más cosas, el cual creemos que va a seguir aumentando con el buen desempeño del consumo, el empleo y la inversión”, dijo, al recuperar el estimado ya difundido por el subsecretario del ramo, Gabriel Yorio, y el titular de la Unidad de Planeación Económica de Hacienda, Rodrigo Mariscal Paredes.
Ramírez de la O destacó que durante los primeros cuatro meses de 2023 se observaron niveles récord de generación de empleo formal con el registro de 447 mil puestos nuevos en el Seguro Social; a la par que la tasa de desempleo en marzo se sitúa en mínimos históricos de 2.4 por ciento.
“El salario promedio real registró un incremento de 2.3 por ciento anual durante el primer trimestre de 2023 y el porcentaje de población en pobreza laboral muestra una tendencia decreciente, ubicándose en 38.9 por ciento al cierre de 2022, la cifra más baja desde 2008”, consignó el secretario frente a representantes del sector financiero.
Como en otras intervenciones, Ramírez de la O destacó que si bien el sistema financiero de Estados Unidos ha registrado episodios de incertidumbre por quiebras de bancos regionales, en México no se vive una situación similar.
“Si bien la banca (en México) tiene una participación extranjera importante, las principales fuentes de financiamiento de los bancos provienen de los depósitos y cuentas de ahorro de hogares y empresas locales, lo cual reduce los riesgos de liquidez para la economía en su conjunto”, explicó.
Al hablar sobre el sector asegurados, el secretario recordó que durante la pandemia se pagaron más de 3 mil millones de dólares en seguros de vida y de gastos médicos, lo cual “representó un reto para la industria que enfrentó el siniestro más costoso de la historia”.
No obstante, éste sector resistió ese episodio y cuenta con niveles adecuados de solvencia y liquidez, incluso por encima de los niveles requeridos por la regulación, dijo el funcionario. “Las reservas de las aseguradoras, que ascienden a 5.6 por ciento del PIB, lo cual las convierte en uno de los principales inversores institucionales del país”, exhibió.