Kaunas. El Real Madrid ganó su título número 11 de Euroliga de básquet tras derrotar con apuros, con una última canasta victoriosa a poco más de tres segundos del final, al Olympiacos griego (79-78), en una acción de Sergio Llull, protagonista del tiro que dio el título, este domingo en la final de Kaunas (Lituania).
El club madrileño, que posee el récord de títulos en la competición y que fue derrotado en la final el año pasado, perdía por 78-74 a 45 segundos del final, pero se impuso con un triple de Sergio Rodríguez y la canasta final de Llull.
Con esta victoria, en un partido en que el Real Madrid fue siempre a remolque, el equipo español se toma la revancha de la final del año pasado, perdida contra el Efes de Estambul (59-58).
El punto de diferencia fue esta vez a su favor y silenció a los cinco mil ruidosos aficionados griegos, todos vestidos de rojo, cariacontecidos tras el pitido final.
La victoria llegó tras una última tentativa fallida de su héroe Kostas Sloukas, autor del disparo de la victoria del tercer partido en cuartos contra el Fenerbahçe, en este Zalgirio Arena en el que los aficionados helenos fueron los únicos en calentar este fin de semana la Final Four, abucheando a los rivales y cantando a la gloria de sus héroes.
El Real Madrid puede haber protagonizado uno de los mayores milagros de su historia tras haber remontado en cuartos de final al Partizan de Belgrado, tras dos derrotas en sus dos primeros partidos en casa, y después haber superado 18 puntos en el quinto partido, decisivo.
Un Real Madrid milagroso
Una serie de cuartos de final tensa tras una pelea general en el segundo partido tras una dura falta de Llull a Kevin Punter.
Resultado: 21 exclusiones y a posteriori dinámica parada para el Partizan, privado por dos partidos de su base estadounidense y por uno de su pívot francés Mathias Lessort, dos piezas importantes.
Llull no fue sancionado, al contrario que el francés Guerschon Yabusele, que vio por tanto a sus compañeros desde la grada este domingo, igual que su compatriota Vincet Poirier (lesionado).
Otro francés, Fabien Causeur, sí estuvo en cancha y fue esencial para mantener a su equipo a flote antes del final (11 puntos, con 3 canastas de 5 a larga distancia).
La desilusión es grande para el Olympiacos, que casi siempre estuvo por delante en el marcador en el parido y que sigue buscando su cuarta corona (tras 1997, 2012 y 2013), perdiendo su tercera final consecutiva (tras 2015 y 2017 frente al Real Madrid).
Además, confirmó una maldición: desde la instauración de un grupo único en 2016, nunca el primero de la temporada regular fue campeón de Europa.
El Olympiacos estuvo cerca de romper esa maldición, liderado por el alero Sacha Vezenkov, MVP de la temporada regular y autor de 29 puntos el domingo en la final, pero al final fue testigo de la undécima victoria en la Euroliga del Real Madrid.
Por su parte, el AS Mónaco derrotó al FC Barcelona (78-66) en el partido por el tercer puesto, convirtiéndose en el primer equipo francés en subir al podio de esta competición desde que el Limoges se proclamase campeón en 1993.
En 1997, el Asvel, precedente representante del campeonato de Francia en semifinales de la máxima competición europea de básquet, había perdido en el partido por el bronce con el Olimpija Ljubljana.
El Mónaco, que participaba en su primera Final Four, se impuso a un equipo culé que venía de perder la víspera ante el Real Madrid.