Monterrey y Tigres llevan años sin disimular que se detestan deportivamente. No hay partido en el que se enfrenten que no termine con más de una jugada polémica o gritos a pleno pulmón contra el árbitro central. Cuesta imaginar un clásico regio en una semifinal sin ánimos encendidos o equipos que producen emociones en las gradas, pero sucedió esta noche en el estadio BBVA, donde los felinos se valieron de una victoria en la recta final por 1-0 (2-1 global) a la final de la Liga Mx.
Más allá de un encontronazo entre Rogelio Funes Mori y Jesús Angulo, que produjo un corte en la cabeza del mexico-argentino, el encuentro más esperado por los aficionados al futbol en Nuevo León despertó apenas bostezos y la sensación de ser todo menos que una semifinal de vuelta.
Fue hasta el segundo tiempo que un par de destellos transformaron el final de la serie. En un tiro de esquina que dejó al descubierto otra mala salida del portero Nahuel Guzmán, Héctor Moreno quedó sin marca a unos metros del arco y logró lo que pareció ser el gol definitivo de los Rayados. No obstante, una posición adelantada del zaguero fue detectada por el VAR y el silbante mantuvo el cero en los cartones.
Casi de manera inmediata, Tigres activó el plan que el técnico Robert Dante Siboldi diseñó en los días previos: apostar todo a un solo gol que les diera el triunfo. Mientras los Rayados se lamentaban todavía del gol anulado, el colombiano Luis Quiñones lanzó un centro de zurda desde la banda derecha y Sebastián Córdova remató entre dos zagueros para vencer a Esteban Andrada (79).
Así, Tigres confirmó su lugar en la final del Clausura 2023.