Alrededor de 600 migrantes, quienes después de que concluyó el Título 42 quedaron varados entre el muro fronterizo y el río Bravo, en la puerta 42 de la frontera entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas, se entregaron a la Patrulla Fronteriza al mediodía de ayer y fueron trasladados en 15 autobuses hacia centros de detención, para ser procesados bajo el Título 8.
El punto 42 de la valla, donde cientos de indocumentados pidieron asilo las pasadas dos semanas, quedó finalmente vacío ayer, sin que más indocumentados intentaran cruzar el bordo del río Bravo. La tarde del viernes, elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano realizaron patrullajes a lo largo de la avenida Cuatro Siglos de Ciudad Juárez, contigua a la zona.
Al mismo tiempo, en el puente internacional Paso del Norte, comenzó la recepción de las primeras familias que tramitaron cita con la aplicación CBP One, las cuales pasaron a la aduana estadunidense para una entrevista denominada de miedo creíble
, en la que un funcionario verifica si huyen de su país por una situación de riesgo verdadero.
Para prever el arribo de migrantes que no hayan cumplido dicho requisito, los oficiales de Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) colocaron bloques de concreto y alambre de púas a mitad del puente. También redujeron a sólo un carril el tránsito de automóviles.
En tanto, entre los dos muros que separan Tijuana, Baja California, de San Diego, California, continuaban ayer cientos de indocumentados en espera de la posibilidad de solicitar asilo.
Estamos en el limbo
, señaló la colombiana Sol, quien dijo estar desesperada porque lleva cinco días durmiendo en el suelo, envuelta en una cobija. Aseguró que los agentes de la Patrulla Fronteriza solamente se están llevando a las familias con niños menores de dos años, no importa el día que hayan llegado
.