América estuvo cerca de no poder contener la rebelión que le plantó San Luis en su propio campo. El estadio Azteca vivió momentos de tensión con el gran futbol que desplegaron los potosinos. Al final, las Águilas avanzaron a semifinales pese a caer 2-1 en la vuelta de los cuartos de final de la Liga MX. El global terminó 4-3 en favor de los amarillos, aunque los rojiblancos se quedaron a un suspiro de eliminar a Goliat. El 12 estuvo cerca de pegarle al sublíder.
A sabiendas de contar con la desventaja, San Luis comenzó como toro enfurecido.
En una jugada que inició por el sector de la derecha, Leonardo Bonatini remató a placer con sólido testarazo cuando apenas corría el minuto de juego.
Los visitantes dejaron en claro desde un comienzo que no venían de paso al Coloso de Santa Úrsula.
El segundo aviso lo realizó Vitinho con base en su velocidad, sin embargo, su disparó pasó por un costado.
La tercera fue la vencida para los potosinos, que nunca dejaron de intentar ante el arco de Luis Malagón.
Una desatención en un tiro de esquina le costó caro a los capitalinos. Unai Bilbao saltó a placer sin la marca de sus oponentes y conectó un cabezazo en el punto penal para abrir el marcador al minuto 17.
Las Águilas no desaparecieron del campo, pero sus embates más peligrosos fueron disparos de larga distancia, aunque sin poner en aprietos el arco de Eduardo Sánchez.
Las llegadas más osadas siguieron siendo por parte del conjunto rojiblanco, que para ese momento era superior en el engramado.
Bonatini aprovechó el desastre defensivo y esta vez no perdonó. Por arriba, sin nadie que le ejerciera presión, remató de cabeza al 30 para enmudecer a un público americanista que no podía creer lo que estaba sucediendo.
Un gol separaba a San Luis de realizar la hazaña ante uno de los favoritos a llevarse el título.
Ante el errático desempeño azulcrema, la afición los despidió con abucheos al término de la primera mitad.
Para el complemento, el cancerbero visitante apagó al menos gritos de gol. Federico Viñas, Jonathan Rodríguez y Álvaro Fidalgo no pudieron romper con el cúmulo de tensión que se anidaba en el Azteca.
No obstante, la recompensa llegó en la agonía del encuentro, en un disparo que desvió el guardameta visitante y que Brian Rodríguez no falló en el contraremate al 89.
Por otra parte, el acceso al Estadio Azteca volvió a ser un caos. Largas filas se extendieron por el estacionamiento debido al lento ingreso a causa del Fan ID. Sin elementos de seguridad que pusieran orden ante las extensas colas, el desorden imperó ante la falta de organización.