Washington. Estados Unidos ya está viendo una gran cantidad de encuentros fronterizos en ciertas áreas de la franja limítrofe con México, aseguró ayer el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, horas antes de que venciera el Título 42, una restricción migratoria por el covid-19.
“Nuestras fronteras no están abiertas”, reiteró el secretario durante una sesión informativa en la Casa Blanca, en la que insistió en las advertencias sobre las consecuencias más duras para quienes intenten cruzar Estados Unidos sin documentos migratorios.
La administración del presidente, Joe Biden, levantó en el primer minuto de hoy el Título 42 y puso en vigor el Título 8, una regulación de asilo que podría negar esta condición a la mayoría de las personas sin documentos migratorios que arriben a territorio estadunidense.
Mayorkas explicó que las familias migrantes que sean atrapadas cruzando ilegalmente la frontera generalmente serán deportadas dentro de los 30 días si no pasan una evaluación inicial de asilo bajo las nuevas condiciones. Funcionarios han indicado que su objetivo es reportarlos en cuestión de días si se les niega el asilo bajo el Título 8.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) retuvo en los últimos días hasta 28 mil migrantes en sus instalaciones, mucho más de su capacidad declarada y en lo que parecía ser un récord, informó la agencia noticiosa Reuters. Esta semana el número de personas registradas cruzando ilegalmente superó las 10 mil por día.
Mayorkas advirtió que si alguien llega sin reunir los requisitos de asilo bajo el Título 8 “estará sujeto a consecuencias más severas por entrada ilegal, incluida una prohibición mínima de cinco años de reingreso y un posible proceso penal”.
Contar con esos requisitos será más difícil, porque también entró hoy en vigor la regla de presunción de “inelegibilidad” al asilo, que lo supedita a dos condiciones: haber seguido las “vías legales” o haberlo pedido en un país de tránsito y haber sido denegado.
Para seguir una “vía legal” el migrante puede acogerse a programas de reunificación familiar, a los permisos humanitarios para cupos de venezolanos, haitianos, nicaragüenses y cubanos, o bien tramitar sus solicitudes antes de llegar a la frontera mediante la aplicación móvil CBP One.
Precisó que la transición del Título 42 al 8 “será rápida”, con la ayuda de 24 mil agentes y oficiales de la patrulla fronteriza desplegados en la frontera, pese a que “ya estamos viendo un alto número de interceptaciones (de migrantes) en ciertos sectores”.
El comisionado interino de la CBP, Troy Miller, reiteró en un comunicado que los venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses que crucen ilegalmente la frontera suroeste de Estados Unidos después del fin del Título 42 aún serán enviados a México, que puede aceptar un total de hasta 30 mil migrantes de esos países mensualmente.
Bajo el Título 8 “pueden ser transportados fuera de la frontera norte de México a lugares en el sur de México”, aseguró.
En tanto, la Cámara de Representantes aprobó una legislación republicana destinada a detener a migrantes y frenar el tráfico de drogas ilegales que cruzan su frontera suroeste con México, dejando al Senado que impulse un proyecto de ley de inmigración más amplio y bipartidista. El paquete, que los demócratas han advertido que será bloqueado en la cámara alta, establecería límites estrictos a los solicitantes de asilo y les obligaría a pedir protección estadunidense fuera del país.
El papa Francisco hizo un llamado a los países para que gestionen lo mejor posible las oleadas de migrantes y amplíen los canales para su circulación segura y regular.