Madrid. El gigante español de las infraestructuras Ferrovial aumentó sus ingresos y su rentabilidad en el primer trimestre, meses antes de trasladar su sede social a los Países Bajos, decisión que generó una intensa polémica en España, tal y como lo reportó La Jornada (https://bit.ly/41tmTPg).
En los tres primeros meses del año, el grupo especializado en la construcción y la gestión de infraestructuras de transporte sumó ingresos de mil 800 millones de euros (unos mil 960 millones de dólares), lo que supone 11.2 por ciento más que en el primer trimestre de 2022 (mil 600 millones) en términos comparables.
El resultado bruto de explotación de Ferrovial -que posee una amplia cartera de activos en todo el mundo, como el aeropuerto londinense de Heathrow-, aumentó de su lado 39.4 por ciento, hasta los 189 millones de euros, precisó el jueves el grupo en un comunicado.
Estas cifras son superiores a las estimaciones de los analistas consultados por el proveedor de información financiera Factset, que proyectaba una media de mil 470 millones de euros de ingresos y 165 millones de euros de beneficio bruto de explotación.
Ferrovial explica este “buen comportamiento operativo” por el alza del tráfico en sus autopistas, especialmente en Estados Unidos, donde el tráfico alcanzó niveles “superiores o similares a los previos a la pandemia”.
El grupo se benefició igualmente del fuerte avance del tráfico en Heathrow, por donde pasaron 16.9 millones de pasajeros durante los tres primeros meses del año, frente a 9.7 millones del primer trimestre de 2022.
“Estas buenas perspectivas han llevado al aeródromo a elevar sus previsiones de tráfico del año a un rango de entre 70 y 78 millones de pasajeros para 2023”, precisa el comunicado.
La división de “construcción” de Ferrovial también obtuvo buenas cifras, con un aumento de las ventas de 6.6 por ciento en términos comparables, principalmente gracias a su filial polaca Budimex.
Estos resultados llegan cuando el grupo español prepara el controvertido traslado de su sede social a los Países Bajos, aprobado el 13 de abril por sus accionistas, pese a la férrea oposición del gobierno de izquierda español.
El cambio, que debe producirse entre el segundo y el tercer trimestre de 2023, es considerado por la compañía como un paso natural en su “internacionalización creciente”.
Pero para sus detractores, y especialmente para el gobierno español, la mudanza está motivada sobre todo por razones fiscales.